Un impacto todavía por cuantificar

La tormenta política obliga a revisar a la baja las previsiones de crecimiento; otros indicadores tendrán que esperar

Los sectores industriales no se han resentido de la incertidumbre, pero alertan de que si el conflicto se eterniza los riesgos se disparan. FOTO: CEDIDA.
Roberto Villarreal / Tarragona

Todos los especialistas consultados por el Indicador estiman que la confrontación política tendrá, con toda seguridad, un impacto negativo. Falta por comprobar a qué nivel, pues los datos reales, que requieren cierta perspectiva, necesitarán un par de meses. La evaluación varía, desde las visiones más pesimistas hasta otras menos catastrofistas. Aún en la evidencia de que el crecimiento se ha frenado, Cataluña mantiene la ubicación, el empuje empresarial y el mercado suficientes para que su economía resista una situación coyuntural.

El economista jefe del Grupo BBVA, Jorge Sicilia, y su responsable de Análisis Macroeconómico, Rafael Domènech, han convertido las intuiciones en cifras y han rebajado esta semana dos décimas la previsión de crecimiento para la economía española en 2017 (3,1% del PIB frente a 3,3) y tres en 2018 (2,5 frente a 2,8) ante el riesgo de que la tensión sobre Cataluña "se traslade negativamente a las decisiones de consumo e inversión de familias y empresas". Si se tiene en cuenta que se crea aproximadamente medio millón de puestos de trabajo con un crecimiento del 3%, una caída de medio punto significaría perder 80.000 puestos de trabajo.

Tanto el Banco de España como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal advierten en sus últimos informes que, si se extiende la desconfianza Cataluña puede volver al estancamiento o la recesión económica en 2018 tras estos años de recuperación. Frente a esta visión, la Conselleria d'Economía i Hisenda de la Generalitat ha hecho públicas sus cifras sobre el tercer trimestre (más 3,5% en tasa interanual), que muestran "la continuidad del fuerte crecimiento de la economía catalana".

La Generalitat informa del buen comportamiento de la industria con incrementos sólidos en la exportación, la construcción y el turismo

A falta de conocer el impacto de la DUI y sus efectos en los datos del último trimestre, los técnicos de la Generalitat informan del buen comportamiento de la industria (con incrementos sólidos en la exportación), la construcción y el turismo. "La ocupación continúa también aumentando con fuerza en el tercer trimestre con un 2,9% según la EPA y un 3,8% según la Seguridad Social".

La inminente campaña de Navidad y el ritmo de las reservas turísticas para la próxima temporada supondrán la prueba del algodón para estimar el alcance de los efectos del 'temporal' soberanista. La parálisis de las operaciones en el sector inmobiliario, aderezada con la puesta en el mercado de segundas residencias en la Costa Daurada -según Idealista.com, principal portal en internet, las viviendas a la venta han subido un 50% respecto a octubre de 2017-, y el freno a los bienes de gran consumo -coches, muebles, electrodomésticos...- configuran, según algunos expertos, la tormenta perfecta. Paradójicamente, los datos que aportan las patronales Anfac, Faconauto y Ganvam sobre la venta de vehículos registran una subida del 4,21% en el Camp de Tarragona.

La inminente campaña de Navidad y el ritmo de las reservas turísticas para la próxima temporada supondrán la prueba del algodón

A juicio del catedrático de la URV, Juan Antonio Duro, la resaca va por barrios: "Las empresas de productos de consumo que venden en el mercado español pueden sufrir, pero ya sabemos que los boicots tienen un recorrido relativo; el comercio y turismo son los más sensibles porque el ciudadano se resiente de la incertidumbre y no compra, mientras la industria resiste mejor, y las empresas cuanto más exportadoras, más resistentes".

"Todo lo que no sea un gasto imprescindible -expone el profesor Piqué, de EADA-, la tendencia es esperar un mejor momento, pues las expectativas y la psicología influyen y ahora los escenarios de futuro son complejos". "El PIB de Cataluña se divide en un tercio mercado propio, un tercio mercado español y un tercio exportación: un hipotético boicot no puede tener mucho recorrido, ya que una empresa es una cadena de valor con raíces en muchos territorios... Algunas marcas sí están muy asociadas a Cataluña y pueden sufrir impactos, pero no duraderos". 


 

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