¿Quién va a atender a la avalancha de turistas?

La mala fama de las condiciones en el sector genera graves problemas para encontrar personal después de la pandemia

Roberto Villarreal / Tarragona

Los más viejos del lugar no recuerdan algo parecido. Nunca había pasado. Nadie había vivido una fuga similar de profesionales hacia otros sectores, y ahora la situación es alarmante, según reconoce el presidente de la Associació d'Empresaris d'Hostaleria de la provincia de Tarragona, Francesc Pintado: "Tenemos problemas graves para encontrar personal", resume. "No sé cómo vamos a poder atender a los miles de turistas que están llegando a la Costa Daurada, y lo peor, si no tenemos suficientes manos para dar un buen servicio, es que es una cuestión muy sensible porque nos jugamos la etiqueta de calidad con la que se identifica nuestro destino".

Camareros, cocineros, jardineros, recepcionistas... Faltan manos para todo. "Nuestro personal trabajaba los meses de temporada turística, y los otros tres o cuatro meses de invierno se iba al paro, pero la pandemia ha alterado este ciclo y han salido de la rueda para trabajar en otros sectores", describe Xavier Guardia desde la FEHT.

Aunque se ha mejorado mucho en turnos, horarios y días de descanso, trabajar cuando el resto de la sociedad disfruta de su ocio sigue sin estar bien remunerado. "Hay que abordar el problema; no nos queda otra... Hay que pagar mejor, aunque sin duda repercutirá en el cliente a la hora de pagar la cuenta". Se trata del mayor reto al que se enfrenta un sector que emplea a 25.000 personas en la provincia de Tarragona.

El Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC) confirma que la falta de personal cualificado afecta a todos los sectores, pero el turístico tiene la sensación de que no es tratado al nivel que merece (26% del PIB provincial) en materia de formación: "No se nos termina de visualizar; y es necesario que se nos vea -defiende Guardià- y que se haga una formación específica acorde a un sector potente para dar prestigio a los buenos profesionales". "La hostelería es humana, por más robots que pongamos, y todo el mundo recuerda al buen profesional, igual que sucede al contrario, cuando esa persona no está cualificada".

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