El grupo impulsor del Área Metropolitana de Tarragona -integrado actualmente por Cambrils, Constantí, La Canonja, Reus, Salou, Tarragona, Valls y Vila-seca, junto a los Consells Comarcals del Tarragonès y Baix Camp, Diputació de Tarragona y Generalitat- continúa trabajando para poder dar una respuesta bien argumentada a quienes consideran que ya existen suficientes Administraciones y se preguntan: '¿Para qué?'. Desde su perspectiva, el Camp de Tarragona es un ejemplo evidente de territorio donde los problemas ya no pueden resolverse sólo desde el marco municipal. El Indicador de Economía repasa algunos de los vectores económicos en los que influye la falta de una estrategia bien coordinada.
El geógrafo Oriol Nel·lo, especialista en ordenación del territorio, subraya que el Camp de Tarragona cuenta con tres infraestructuras de primer nivel: puerto, aeropuerto y AVE, pero a excepción del Port, su gestión carece de una interlocución sólida. "Necesitamos una estrategia común para aprovechar estas infraestructuras y vincularlas con la actividad económica, y el fomento del empleo de calidad a través de la innovación y la investigación". "Disponer de una voz unificada nos ayudará; un buen ejemplo de gestión metropolitana, que ya existe, es la coordinación del tejido económico y la Universidad Rovira i Virgili", expone Nel·lo, que participó recientemente en la primera sesión plenaria sobre estrategia metropolitana celebrada en Reus.
Este experto considera que el territorio debe centrarse en los beneficios de una gobernanza de ámbito metropolitano: "Evidentemente, no es la solución a todos los problemas, pero es una herramienta que nos puede ayudar a avanzar con mayor eficacia y equidad... Lo contrario, seguir cada uno por su cuenta, tiene un coste demasiado alto en términos de cohesión para evitar las desigualdades, políticas de acceso a la vivienda, escala adecuada para combatir y gestionar el cambio climático, mejorar la eficiencia de las redes de energía y agua, coordinación e interlocución, intervención en el plan urbanístico, proyección económica, infraestructuras de movilidad, innovación y tecnología...".
Energía, residuos y agua
Entre los primeros retos que debe afrontar una nueva realidad metropolitana en el Camp de Tarragona sin duda destaca una gestión bien coordinada de elementos tan centrales como la energía, los residuos o el agua. Con respecto al agua, existe un buen punto de partida con casos de éxito que se están estudiando como el del Consorci d'Aigues de Tarragona (CAT) para transportar agua desde el Ebro, Aitasa (agua regenerada del sector químico para uso industrial) o PortAventura, a la vanguardia en eficiencia en los consumos.
"La reutilización del agua para uso industrial mejora la disponibilidad del recurso existente y es una herramienta importante para minimizar el estrés hídrico que cada cierto tiempo sufre una zona como la del Camp de Tarragona", expone el consejero delegado de Aitasa, Marc Fargas.

La estructura y la tecnología empleada por el sector químico deberá inspirar a otros motores económicos y también a los hábitos ciudadanos: "Lo que no se puede hacer es abrir el grifo y tirar esta agua para no volver a verla más. Esto no es sostenible, y hay mucho trabajo detrás". "Hacen falta políticas de aprovechamiento del agua; no podemos estar rezando a los dioses para que llueva, y es un tema lo suficientemente importante para todos... Se gana en resiliencia, en la capacidad de adaptarnos a situaciones de alteraciones en el suministro convencional", reflexiona Fargas.
En 2024, el 25% del agua consumida en PortAventura ya era regenerada. "Llevamos a cabo un control muy exhaustivo, siempre con la mente puesta en la reducción del consumo y en la circularidad del proceso; buena parte del agua que va a la depuradora vuelve a nuestras instalaciones regenerada, sobre todo para riego y tareas de limpieza", Vanessa Rodríguez, responsable de Sostenibilidad de PortAventura.
En materia de residuos, el punto de partida nace de la experiencia de Sirusa y de la Mancomunitat per a la Gestión Integral de Residuos Urbanos. Respecto a la energía, los primeros protocolos comunes deberán generar ahorro, incrementar el uso de energías renovables y acercar la producción al consumidor. Bajo este prisma, uno de los referentes a examen es Barcelona Energía, operador que comercializa energía 100% renovable en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB); se trata de una compañía de titularidad municipal que provee electricidad a edificios públicos, a equipamientos del AMB, a la ciudadanía y a empresas de la región con el enfoque puesto en el autoconsumo y la sostenibilidad.
Conexiones reales y eficientes
A día de hoy, de los dos millones de desplazamientos diarios en el Camp de Tarragona, sólo un 5,6% se realizan en transporte público, un índice muy por debajo de lo que se consideraría lógico en un área urbana. El Plan territorial Parcial del Camp de Tarragona supone una buena hoja de ruta para mejorar estas cifras de movilidad, pero hasta hoy la inversión estatal no se ha guiado por las propuestas consensuadas desde el territorio. Una Administración metropolitana, con una oficina técnica dotada de recursos como primer paso, permitiría mantener una sola voz ante el Estado para exigir inversiones coherentes con el plan territorial, y un refuerzo de la Autoridad Territorial de Movilidad, donde los municipios tengan más presencia y peso.
"Coser el territorio metropolitano -razona Jordi Romera desde el Colegio de Arquitectos- no es sólo una cuestión de urbanismo o de planeamiento, sino también de conexiones reales y eficientes entre los diversos nudos del Camp de Tarragona; las infraestructuras deben responder a criterios que suponen las razones locales, con un urbanismo con la movilidad como eje estructurador del territorio".
Daleph presenta la hoja de ruta
Daleph, consultora encargada de acompañar el impulso del AMT, ha presentado las cuatro fases previstas:
- Análisis y diagnóstico (actualidad): recopilación de datos y estudio de la situación.
- Participación (octubre 2025 - enero 2026): tres sesiones plenarias, seis grupos de trabajo, encuestas ciudadanas y municipales, además de actividades en ferias y mercados para implicar a la población.
- Redacción de la estrategia (enero - marzo 2026): elaboración del documento marco con las prioridades metropolitanas.
- Plan de acción e implementación (marzo 2026 en adelante): concreción de proyectos motores y creación de un Observatorio para el seguimiento.
