Los eventos deportivos de Semana Santa inyectan optimismo en la Costa Daurada

El pistoletazo de salida de la temporada deja un 80% de ocupación y presagia un año de registros “moderados”, después del récord de 2017

A pesar del calendario, la Semana Santa ha dejado buenas sensaciones en la Costa Daurada. FOTO: CEDIDA.
Roberto Villarreal / Tarragona

Las sensaciones que ha dejado la reciente apertura de temporada entre el empresariado turístico son moderadamente positivas, aunque sin el indisimulado optimismo que rezumaban en la histórica campaña de 2017. La Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona (FEHT) habla de "satisfacción general" por el 80% -dato aproximado- de ocupación media alcanzado en una Semana Santa temprana en el calendario que ha sacado jugo del turismo de eventos deportivos, una modalidad que adquiere cada vez más consistencia en la Costa Daurada. Según la patronal, las expectativas previstas se han cumplido, aunque no faltan voces que consideran "flojo" el arranque de la temporada.

"Todavía es muy pronto para extraer conclusiones, pero mi impresión es que nos adentramos en un año normal, ni excelente, ni tampoco malo... las expectativas no son tan pletóricas como en 2017, donde en el mes de enero el ritmo de reservas ya se notaba excepcionalmente fuerte", analiza el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona (FEHT), Eduard Farriol. "Tampoco tiene lógica -argumenta- la comparación constante con un ejercicio excepcional como el pasado, que fue histórico; el último récord registrado por el Observatorio de la Costa Daurada databa de 2006, hace 12 años".

La ocupación hotelera registró un 80%, a pesar de las fechas y las temperaturas

A falta de cifras definitivas, en la Costa Daurada central la ocupación media ha rondado el 80-85% en cámpings y apartamentos, mientras que los hoteles rozaron el 90%. Se debe tener en consideración que sólo han abierto sus puertas 51 -en torno a 30.000 plazas, un 60% del total- de los 87 hoteles que integran la Asociación de Salou-Cambrils-La Pineda: "Son 14 menos que el año pasado, pero debe tenerse en cuenta que hace ocho años sólo hubo 35 abiertos, por lo que la progresión es buena", expone Farriol.

"Las expectativas se han cumplido; el escenario ha sido muy parecido a otras Semanas Santas que han caído en marzo, como la de hace dos años, por ejemplo: un 50-60% de ocupación en la primera parte, hasta el jueves, y un 85-90% en la segunda parte, con viernes y sábado como días estrella", resume Marta Farrero, directora técnica del Patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona, gestor de la marca Costa Daurada.

Las competiciones deportivas atraen a 20.000 niños y muchas familias

Según Farrero, las casas rurales han funcionado muy bien, "con una ocupación media hasta el jueves y lleno casi total en plena Semana Santa; cámpings y bungalows también se han comportado según lo esperado". La agrupación de Càmpings Tarragona Ciutat ratifica su discurso y se muestra también satisfecha, con una ocupación de "entre el 75 y el 80% en bungalows y alojamientos en los días fuertes, y prácticamente lleno total con las caravanas", calcula su presidente, Agustí Peyra.

El moderado descenso que se adivina en el balance de esta Semana Santa tiene su origen en motivos muy diversos. En primer lugar, sin ningún género de dudas, el calendario festivo, muy adelantado en 2018. El frío y la presencia de nieve -con las últimas oportunidades para los aficionados al esquí- convierten a los destinos de montaña en fuertes competidores cuando el Viernes Santo cae a finales de marzo y no a mediados de abril. "La perspectiva para nuestros empresarios cambia muchísimo", confirman todos los agentes turísticos consultados.

Incertidumbre política

En una lectura positiva, el termómetro de la Semana Santa ha servido como 'calmante' para los miedos que atenazaban al sector turístico tarraconense a principios del ejercicio. La provincia de Tarragona, con la Costa Daurada como principal activo, cerró en 2017 un año de récord con seis millones de visitantes y 22,2 millones de pernoctaciones (+5% respecto a 2016), según el informe del Observatorio del Parque Tecnológico de Turismo y Ocio de Cataluña.

El comportamiento de la demanda de los principales países emisores, y en especial al turista nacional, ha sido bastante tranquilizador. Se trata del principal mercado de la Costa Daurada, con 10 millones de pernoctaciones; por contextualizar, el segundo puesto lo ocupa Francia con 2,5 millones. Sin embargo, el informe exhaustivo sobre la procedencia de los visitantes tendrá que esperar: desde la FEHT se considera que "es demasiado pronto para valorar el impacto de la incertidumbre política que rodea a Cataluña". "Sólo después de la temporada alta podremos hablar con propiedad, ya que el nacional, -a diferencia del británico, por ejemplo-, sigue fiel a la reserva de última hora... Sería temerario evaluar o hacer predicciones", razona Eduard Farriol.

El comportamiento del turismo nacional ha sido tranquilizador pero preocupan los precios bajos de algunos competidores

Según los hoteleros, ha destacado la presencia de visitantes del sur de Francia, de Cataluña y de provincias limítrofes como Zaragoza o Valencia. "Ha predominado el turista de la zona metropolitana de Barcelona, y también se ha dejado notar un poco el mercado alemán", confirma Agustí Peyra desde el sector de los cámpings. "A nivel general -informa Marta Farrero- no hemos notado nada extraño, de momento; creemos que la situación política afecta más a Barcelona, nosotros en Semana Santa tenernos un turismo local y de proximidad que se ha mantenido fiel".

No obstante, fuentes ligadas a varios de los principales 'templos' del ocio nocturno de Salou coinciden en la pujanza del mercado francés, pero difieren en el análisis del comportamiento del turismo nacional: "Se ha notado la bajada del turista español, y mucho... Se ha salvado la Semana Santa gracias a los franceses". En Tarragona ciudad, los restauradores de la Plaça de la Font han percibido exactamente lo mismo, menor afluencia del clásico turista del centro de la Península.

"Ha sido una Semana Santa muy rara por las fechas... el sentir general en la Part Alta de Tarragona es que ha estado más flojo, nos ha costado mucho en  los días previos al Viernes Santo, y hemos trabajado más con público local, con gente de aquí, con poco extranjero y sin las mesas habituales de Madrid o de Zaragoza. Curiosamente, en esta semana se está dejando sentir un cierta vitalidad, casi más que en la primera parte del parón vacacional".

Turquía y otros destinos emergentes

Si las estaciones de esquí y los enclaves de montaña se han erigido en esta Semana Santa en el principal competidor de un destino de sol y playa como Tarragona, de cara al resto de la temporada los responsables de la FEHT miran de reojo hacia países como Turquía -con gran impacto en la órbita de los países del Este-, Egipto o Túnez. "Por hacernos una idea, Turquía -revela el presidente de la FEHT- está ofreciendo cinco estrellas gran lujo en régimen de todo incluido por 35 euros/noche; nosotros no podemos trabajar a esos precios".

En Tarragona ciudad, los restauradores de la Plaça de la Font han percibido menor afluencia del clásico turista del centro de la Península

En las próximas semanas, hasta el arranque de la temporada alta, la inyección del Imserso debería dejarse notar. "Al principio -reconoce la FEHT- se retrasó un poco y ha arrancado al ralentí, pero se va recuperando sin llegar a una situación alarmante... Cataluña, y la Costa Daurada en particular, siempre es un destino más tardío porque Andalucía vende mejor clima, pero vamos remontando". No será lo de 2017, pero estará en un nivel razonable".

Explosión del turismo activo

El turismo deportivo, -que hace tan solo unos años tan sólo se mencionaba como un nicho de mercado por conquistar-, comienza a ganar un peso específico destacado en la agenda de los empresarios del sector. "Tras erradicar el turismo de borrachera, con eventos como el Saloufest, la apuesta por una oferta familiar ligada al deporte ha comenzado a dar frutos importantes", valoran tanto la patronal FEHT como el Patronato de Turismo de la Diputación. Según los datos de la FEHT, los torneos infantiles (fútbol, baloncesto, vela, baile...) han atraído a más de 20.000 niños con sus respectivas familias hasta las comarcas de la Costa Daurada. "Es un volumen muy importante, en la línea cualitativa que nos interesa, que esperamos seguir incrementando paso a paso". El éxito de esta apuesta se debe en buena parte a valentía de la familia Blasi en  el complejo Fútbol Salou, pionero en su clase y sólo comparable en Cataluña a La Masía. Su idea se basa en diversificar el cliente, crear sinergias para el alojamiento y alargar la temporada gracias a la pasión de practicantes (aficionados o de élite) de fútbol, ciclismo, tenis, triathlon y otras especialidades deportivas: "Tenemos el clima -expone Xavier Blasi- e instalaciones de primer nivel en nuestros municipios, así  que debemos ser capaces de exprimir estos recursos".

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