“Seguimos teniendo una demanda alta, a pesar de las turbulencias actuales”

María Mas – Directora de la AEQT

Dani Revenga / Tarragona

María Mas es desde el pasado mes de febrero la directora gerente de la Asociación Empresarial Química de Tarragona, la AEQT. Licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad de Barcelona y MBA por la Universidad Austral de Argentina, ha desarrollado su carrera en Repsol, donde su último cargo fue el de Directora de Ingeniería y Desarrollo del Complejo Industrial de Tarragona. En esta entrevista, analiza las prioridades con las que asume el cargo en un momento en el que el sector tiene retos decisivos sobre la mesa: la transición energética, la economía circular o las relaciones con el territorio, entre otros.

¿Cómo ve la situación del sector químico en el turbulento entorno actual?

El sector salió reforzado de la pandemia. Hemos tenido plena actividad aportando valor al entorno, suministrando productos que eran necesarios. Hemos demostrado que somos esenciales. Pero cuando parecía que todo se normalizaban empezaron las turbulencias con el precio del gas y, por extensión de la electricidad, agravada por la guerra de Ucrania. El impacto en nuestra competitividad es muy grande, es una amenaza muy importante.

Otros países europeos disponen de las redes cerradas, lo que suaviza la actual situación de precios desortitados. ¿En qué escenario estamos respecto a esta vieja reivindicación?

Hubo una propuesta inicial a la que hicimos enmiendas que está estudiando el Ministerio. Estamos esperando. Es muy importante para el sector, llevamos más de 10 años esperando algo que Europa aprobó en 2009 y que los países más industrializados ya transpusieron a su ordenamiento legal. Nuestras empresas son electrointensivas y este agravio comparativo es muy perjudicial. Nos gustaría ser positivos, pero la realidad es que la historia nos obliga a ser escépticos.

El precio de la electricidad no es la única turbulencia: inflación, dificultades en las cadenas de suministro... ¿Cómo está afectando al sector este entorno?

La inflación siempre va en contra de todos los sectores. Todavía no hay reducción de la demanda, pero si las turbulencias continuan acabará pasando, y esto comportaría bajadas de producción. Óbviamente, los costes energéticos hacen que nos penalice más. Tenemos margen, porque somos esenciales y porque durante muchos años las cosas se han hecho bien, en términos de mejora de la eficiencia, de competitividad, de valor añadido... Pero el margen puede acabarse si está situación se alarga.

Por líneas de negocio, ¿cuáles gozan de mejor salud?

El tema estrella durante la pandemia ha sido todo lo relacionado con la sanidad y la desinfección. También los materiales vinculados a este sector. La tendencia continua, pero ya más normalizada. Al margen de esta situación, nuestro foco está puesto en la economía circular y la transición energética, para disminuir nuestra huella ecológica, pero también como mercado. Somos un sector con capacidad para aportar soluciones a los retos de la humanidad en este ámbito, que es prioritario.

¿Con qué prioridades afronta el cargo en la AEQT?

Es un reto personal, un orgullo y una responsabilidad. La situación es compleja y los retos muy importantes. La transición energética, la circularidad... Desde la AEQT, impulsamos el Plan Estratégico 2021-2023, que tiene en la seguridad el tema prioritario. Pero también la competitividad, porque si no somos competitivos el sector no tiene sentido, tenemos que generar riqueza. A nivel de territorio, tenemos temas de infraestructuras que seguimos reclamando y queremos subrayar el impacto positivo que tenemos sobre nuestro entorno.

A nivel de infraestructuras, ¿cuáles son las asignaturas pendientes?

El Corredor Mediterráneo es una prioridad y parece que a finales de año tendremos el trazado principal, desde Tarragona hasta Francia. Después habrá que insistir en las ramificaciones y las conexiones complementarias para sacarle el máximo rendimiento. En el caso de la autovía A-27, ya asumimos que el túnel no permite las mercancías peligrosas, pero hay que tener alternativas razonables, introduciendo mejoras en la carretara del Coll de Lilla. Necesitamos que las administraciones se comprometan con estas soluciones y con plazos concretos.

La transformacion digital es otra de las prioridades del sector...

Es un proceso que ya empezó hace años en los sistemas de control de nuestras empresas. Hay que aprovechar las tecnologías digitales para simplificar muchas operaciones internas, es una oportunidad. Desde la AEQT fomentamos este proceso mediante proyectos conjuntos a partir de experiencias compartidas.

En el ámbito de las relaciones con el territorio, hay un antes y un después del accidente de Iqoxe. ¿Qué hace la AEQT para recuperar la confianza del entorno?

Este accidente nos ha llevado a una reflexión profunda. De ella surgió la necesidad de crear nuevos mecanismos para homologar la seguridad de todas las empresas. Lo que estamos haciendo es analizar las mejores prácticas en seguridad y ponerlas como modelo, para uniformizar los estándares en el sector. Siempre marcándonos objetivos por encima de los requisitos legales. Esta autoevaluación dentro del sector es muy importante para avanzar, entre todos, en materia de seguridad.