Las turbulencias impactan en la demanda del sector químico

La segunda mitad de 2022 y el arranque de 2023 han registrado caídas en los volúmenes que el sector espera recuperar en el segundo semestre de este año

Dani Revenga / Tarragona

Incertidumbre. Es la palabra que más repiten los portavoces del sector químico de Tarragona, que analizan una coyuntura compleja que afecta a toda la economía. Y la química, como termómetro, como sector que provee a una gran diversidad de actividades, no es una excepción. Los costes energéticos, las tensiones geopolíticas y la crisis de suministros siguen lastrando su actividad, que ha visto reducidos sus volúmenes de manera significativa: entre un 5% y un 15%. Las empresas apelan a la resiliencia del sector, acostumbrado a ciclos muy marcados, que, eso sí, cada vez son más cortos, por el impacto de las fuertes turbulencias de la economía mundial.

La directora gerente de la Asociación Empresarial Química de Tarragona, María Mas, resume la actual situación con una demanda que se reducen "entre un 5% y un 15% respecto al primer trimestre del año pasado", aunque relativiza: "Hemos tenido otras épocas en las que esto ha pasado". Mas reconoce que "el precio de la energía ha mejorado, pero sigue siendo muy alto y los márgenes no suben porque hemos llegado al tope de precio, el consumidor no va a pagar más". Con todo ello, la directora de la AEQT ve una situación "marcada por la incertidumbre".

Ignasi Cañagueral, director del complejo de Dow en Tarragona i presidente de la AEQT, diagnostica "un presente incierto, con un año que empieza tal como terminó el anterior, que fue particular porque salíamos de la pandemia, con un primer semestre bueno pero un segundo en el que se complicó por la guerra de Ucrania, los costes energéticos y los problemas logísticos". Cañagueral reconoce que "seguimos en la misma línea, con incertidumbre". Aunque "el lastre de los costes energéticos es menor en el sur de Europa, competir con EEUU o China sigue siendo difícil". El director de Dow confía en que "la demanda se consolide en el segundo trimestre, porque antes de verano la demanda siempre sube", aunque advierte que "los ciclos cada vez son más cortos" y vincula en gran medida superar esta situación al conflicto de Ucrania "porque influye en los precios energéticos y la situación geopolítica".

Desde BASF, Benjamin Hepfer, director del centro de producción de la multinacional alemana en Tarragona, detalla que "los números del primer trimestre reflejan ritmo lento en términos de volúmenes", una tendencia agravada porque "el mercado ya no acepta precios más altos". Hepfer reconoce que "el coste de la energía ha bajado, comparado con los picos, pero es el doble que antes de la crisis, y si se compara con EEUU es la desventaja es muy grande". Todo ello provoca que "no podamos competir con Estados Unidos y Asia en commodities, incluso que en estos mercados importemos productos de estas zonas, porque son más competitivos".

Andrea Firenze, director de Covestro, constata que "los mercados están a la baja, con sectores como la construcción y la automoción afectados por la coyuntura". Firenze explica que en el caso de los automóviles, "la crisis de los microchips frena la producción", mientras que "el aumento de los tipos de interés lastra la construcción de viviendas, y con ello el mercado de muebles, electrodomésticos y otros que también consumen nuestros productos".

El director del complejo industrial de Repsol en Tarragona, Javier Sancho, considera que "el negocio de la química es cíclico, somos un termómetro de la economía general y ahora, des de la salida del verano de 2022, tenemos un mercado bastante deprimido". "El 2023 seguimos igual, pero con mayor oferta: estamos viendo que entra mucho producto de Oriente Medio y de China, de fuera del hinterland europeo". Una situación que provoca caídas del 15% respecto al primer trimestre de 2022, que no hay que olvidar que fue muy bueno".

Eduardo Sañudo, director general de Vopak Terquimsa, insiste en los factores que provocan la actual situación de incertidumbre (guerra de Ucrania, costes energéticos y crisis logística) que hacen que "tengamos que ser extremadamente ágiles y eficientes a la hora de adaptarnos a los permanentes cambios en nuestro entorno". Sañudo alerta que "a diferencia de otros periodos de incertidumbre económica, en esta ocasión Europa es la gran afectada por los altos precios de la energía, lo que puede llegar a provocar que alguna actividad pueda trasladarse a zonas del mundo con costes energéticos menores". Un contexto en el que "la posición relativa de España respecto a otros países europeos es ventajosa, lo que hace que la posición de la industria tarraconense salga beneficiada en el ámbito de la producción en Europa".

Desde Messer, Rubén Folgado, director general, remarca que "los precios de nuestros productos han sufrido incrementos como no se habían visto en las últimas décadas y que la demanda se ha contraído provocando que algunas unidades hayan tenido que bajar su carga o detenerse". Folgado prevé "una ralentización de la evolución del mercado a corto y medio plazo" por la desaceleración del crecimiento de la actividad económica. Aunque pone en valor "la resiliencia del sector en tiempos de turbulencias y volatilidad".

Ignacio Torres, director de Suply Chain de Carburos Metálicos, está de acuerdo en que "el sector químico ha demostrado recientemente su capacidad de adaptación ante acontecimientos inesperados y de gran impacto como la pandemia". Torres recuerda que "la industria española reclamó desde el comienzo, tanto al gobierno español como al europeo, medidas para contener el precio de la energía con un riesgo alto de pérdida de competitividad". "Aunque en los últimos meses se ha reducido las factruas de la electricidad y el gas, todavía son muy superiores a los de antes de la pandemia: es un reto que las empresas debemos afrontar con todavía más eficiencia operativa", analiza Torres.

Angel Punzano, director del centro de producción de Ercros en Tortosa, relata que "hemos tenido que adaptarnos a una demanda cambiante y enfrentarnos a importantes retos derivados de los incrementos de los costes de las materias primas y energías, y a las dificultades en la cadena de transporte". Lo que hace que 2023 presente muchas incertidumbres como "menor demanda de bienes duraderos, tipos de interés muy por encima de los últimos diez años; continuación del conflicto bélico en Ucrania y, por ende, posible empeoramiento en Europa de la capacidad de abastecimiento de gas a precios razonables; descoordinados planes de ayuda de Estados Miembros de la UE a sus empresas industriales, que podrían provocar distorsiones competitivas; irrupción de riesgos asociados al cambio climático y efecto del final del confinamiento en China".

Una visión que comparte Alfonso Ramos, de ASESA, que reconoce que "los costes de fabricación se han visto muy afectados con el resultado de perdidas extraordinarias en 2022". "A pesar de ello -argumenta Ramos- no está en riesgo la actividad por los futuros de precios energéticos y sobre todo por las medidas de inversión que se realizarán en los próximos años para evitar la dependencia del gas natural".

LOS PONENTES

María Mas - AEQT

"El precio de la energía ha mejorado, pero sigue siendo muy alto y los márgenes de negocio se resienten porque hemos llegado al tope en precios"

Afonso Ramos - ASESA

"Los costes de fabricación se han visto muy afectados y esto ha impactado en los resultados de las empresas"

Benjamin Hepfer - BASF

"El coste de la energía ha bajado, pero es el doble que antes de la crisis, y nos dificulta mucho competir con EEUU o Asia en commodities"

Ignacio Torres - Carburos Metálicos

"El sector demostró con la pandemia su capacidad de adaptación ante acontecimientos inesperados y de gran impacto"

Andrea Firenze - Covestro

"Los mercados están a la baja, con sectores como la construcción y la automoción afectados por la coyuntura"

Ignasi Cañagueral - DOW

"Seguimos con la incertidumbre iniciada en 2022, pero esperamos que la demanda se recupere antes del verano"

Ángel Punzano - Ercros

"Hemos tenido que adaptarnos a una demanda cambiante y enfrentarnos a los incrementos de los costes de las materias primas y energías"

Ruben Folgado - Messer Ibérica

"Los precios han sufrido incrementos como no se habían visto en las últimas décadas y la demanda se ha contraído"

Javier Sancho - Repsol

"El negocio de la química es cíclico, somos un termómetro de la economía general y desde el segundo semestre de 2022 acusamos las turbulencias"

Eduardo Sañudo - Vopak Terquimsa

"Tenemos que ser extremadamente ágiles y eficientes a la hora de adaptarnos a los permanentes cambios en nuestro entorno"