Energía y competitividad: el futuro de la industria química

Ignacio Torres - Director Supply Chain Carburos Metálicos (Grupo Air Products)

Desde el corazón del polo petroquímico más importante del sur de Europa, la transición energética es un imperativo económico para mantener la competitividad de la industria. La UE se enfrenta al desafío de revertir el estancamiento industrial y cumplir con objetivos climáticos, como destaca el informe de Mario Draghi sobre competitividad europea.

Tarragona, con una de las mayores capacidades productivas del sector químico en Europa, es crucial para la economía local, catalana y española. El empleo depende de la competitividad y eficiencia de esta infraestructura. En 2024, el sector mostró una ligera bajada debido a la caída de la demanda y la pérdida de competitividad frente a mercados como China y EEUU.

La industria química, mayoritariamente electrointensiva, es sensible al precio y disponibilidad de la energía. Para descarbonizarse, es esencial electrificar procesos con energía baja en carbono. En Tarragona, se necesitará el triple de la energía eléctrica actual para cumplir con los objetivos climáticos de la UE. Por ello, disponer de energía renovable es una condición básica para sostener el tejido industrial.

La competitividad se mide también por la capacidad de reducir la huella de carbono sin perder eficiencia. En este sentido, es necesario un marco regulatorio que apoye la electrificación, los gases renovables y la captura de CO₂. Además, se requiere una mayor agilidad administrativa para atraer inversiones.

En Carburos Metálicos estamos inmersos en un proceso de adaptación integral, que abarca desde nuestros sistemas productivos hasta la logística y el transporte. Esto no solo responde al cumplimiento normativo, sino que es una apuesta por reforzar nuestro posicionamiento en los mercados globales. Cada tonelada de CO₂ que evitamos no solo representa una mejora medioambiental, sino también un argumento competitivo.

La transición energética requiere de una estrategia clara y colaboración público-privada:

  • Invertir en innovación, materiales avanzados y digitalización.
  • Armonizar normativas medioambientales con objetivos productivos.
  • Garantizar el suministro de materias primas críticas y fortalecer el mercado interno.

La convergencia entre reindustrialización y descarbonización debe impulsarse desde Tarragona, aprovechando su ecosistema industrial y proximidad a infraestructuras clave. Las alianzas promovidas por la AEQT, como el rack de tuberías Dixquímics y la empresa de gestión de aguas industriales AITASA, dan una ventaja competitiva al complejo.

La ventana de oportunidad es ahora. Carburos Metálicos, referente de la industria química de Tarragona, tiene el talento y la infraestructura para superar este reto, necesitando solo un entorno regulatorio y de infraestructuras adecuado para seguir avanzando en la transición hacia la descarbonización.