En un contexto lleno de retos, la industria química sigue siendo motor de progreso

Andrea Firenze - Director general de Covestro en España

La industria química está en un momento de cambio. A un contexto marcado por el encarecimiento estructural de la energía, la posible introducción de nuevos aranceles o una demanda desigual en algunos segmentos, se suman grandes retos globales que interpelan directamente a nuestro sector: la urgencia de descarbonizar la economía, reducir el consumo de recursos, producir materiales más sostenibles, o avanzar hacia una producción más eficiente.

Este escenario, aunque muy exigente, es una oportunidad única para acelerar las transformaciones que el sector ya había iniciado. Porque la química es un motor esencial de la economía. Representa el 4,7% del PIB de España y da empleo directo a más de 240.000 personas. No hablamos solo de cifras: hablamos de una industria que hace posible que muchas otras funcionen. La química está detrás de los materiales que se utilizan para fabricar vehículos más eficientes o los aislamientos térmicos que reducen el consumo energético en los edificios, por ejemplo. Es una industria imprescindible para hacer avanzar el mundo.

Y el futuro pasa por la economía circular. Por eso, desde hace años, toda la industria química está impulsando iniciativas para poder convertirse en circular. Todo el sector está introduciendo nuevas tecnologías para producir de una manera más sostenible, incorporando el uso de energías verdes en las instalaciones y fomentando una actividad más respetuosa con el entorno.

La digitalización y la inteligencia artificial deben convertirse en aliados para avanzar en este sentido. La aplicación de nuevas tecnologías a los procesos de producción, por ejemplo, permite optimizar recursos, predecir con mayor precisión los comportamientos de los materiales, o impulsar nuevos materiales más sostenibles y con mejores prestaciones.

Todo ello está respaldado por el espíritu colaborativo que caracteriza a la industria química, especialmente la de Tarragona, con iniciativas conjuntas que nos permiten avanzar de forma eficiente y rápida en temas como el transporte, la seguridad o el aprovechamiento sostenible de los recursos.

En esta estrategia, Covestro, y en especial nuestro centro de producción de Tarragona, es una pieza clave. Con más de 50 años de historia, se ha consolidado como una instalación de referencia en el sur de Europa gracias a su capacidad tecnológica e innovadora, así como a su alto nivel de seguridad y eficiencia. Estoy convencido de que esta apuesta decidida por la innovación y la búsqueda de soluciones más eficientes y sostenibles nos permitirá contribuir a que nuestra industria siga siendo un motor del desarrollo del país.