Momento crucial para la química de Tarragona

Descarbonización, fiabilidad energética y precios competitivos y apoyo institucional: las claves de futuro para un clúster que identifica grandes oportunidades

Dani Revenga / Tarragona

Tarragona es el principal núcleo de producción química del sur de Europa. Una industria que representa cerca del 25% del sector químico español y que emplea directa e indirectamente a más de 30.000 personas. Sin embargo, el potente complejo químico vive hoy un momento de máxima exigencia. La necesidad de avanzar hacia una industria descarbonizada y circular se presenta como un reto ineludible, pero también como una oportunidad estratégica. El sector, sin embargo, no podrá recorrer este camino en solitario. Las empresas reclaman un compromiso claro de las administraciones para dotar al proceso de seguridad jurídica, estabilidad regulatoria, incentivos económicos y una energía asequible y fiable.

"El reto principal es la descarbonización", señala María Mas, directora gerente de la Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT), "pero para cumplirlo necesitamos seguridad jurídica y apoyo económico para que se den las inversiones que necesita este proceso". La ambición está sobre la mesa, los proyectos de transformación tecnológica están en marcha y las capacidades industriales existen. Sin embargo, los actores del sector coinciden en que sin un marco adecuado no será posible mantener la competitividad.

Una de las claves está en garantizar la viabilidad económica de las transformaciones que requiere esta transición. "Garantizar la viabilidad económica es clave para afrontar grandes transformaciones como la descarbonización y la adopción de la economía circular", afirma Ignasi Cañagueral, presidente de la AEQT y máximo responsable de Dow en España. Desde su punto de vista, sin un entorno que incentive y respalde las decisiones industriales, muchas inversiones podrían verse pospuestas o incluso descartadas.

Además del desafío climático, el sector químico se enfrenta a un contexto internacional marcado por una elevada volatilidad y competencia. "En el escenario de turbulencias e inestabilidad, la rápida respuesta y la capacidad de adaptación de la industria química son elementos clave para el éxito", sostiene Rubén Folgado, de Messer. La industria química de Tarragona ha demostrado históricamente una gran capacidad de resiliencia, pero las reglas del juego están cambiando, y lo hacen a gran velocidad.

En este sentido, la energía se ha convertido en uno de los principales factores de preocupación. El coste de la electricidad, en muchos casos superior al de otros países europeos, está mermando la capacidad de competir en igualdad de condiciones. Benjamin Hepfer, vicepresidente de la AEQT y directivo de BASF, lo expone con claridad: "El elevado coste de la energía y el exceso regulatorio y administrativo son barreras que debemos superar para asegurar un futuro sostenible y competitivo". Una industria electrointensiva como la química no puede avanzar en procesos de electrificación y producción limpia si la factura energética la deja fuera del mercado.

A ello se suma una percepción generalizada de lentitud burocrática. Para Ignacio Torres, de Carburos Metálicos, "es necesario un marco regulatorio que apoye la electrificación, los gases renovables y la captura de CO₂. Además, se requiere una mayor agilidad administrativa para atraer inversiones". De hecho, uno de los temores del sector es que otras regiones -dentro y fuera de Europa- avancen más rápido gracias a marcos más favorables, atrayendo inversiones estratégicas y dejando a Tarragona en una posición comprometida.

A pesar de todo, grandes oportunidades

Frente a estas barreras, hay también un discurso de oportunidad. Los responsables de las compañías creen que es el momento de aprovechar la ventaja que supone estar integrados en un clúster industrial con una gran experiencia, tecnología puntera y recursos humanos cualificados. "El escenario global, aunque es muy exigente, también es una oportunidad única para acelerar las transformaciones que el sector ya había iniciado", afirma Andrea Firenze, director general de Covestro. En su visión, la presión puede actuar como catalizador de procesos que ya estaban en marcha: la economía circular, la digitalización de plantas, el desarrollo de nuevos productos más sostenibles o la colaboración público-privada.

De hecho, una de las claves estratégicas que señalan los expertos es la necesidad de reforzar las alianzas locales y territoriales. Javier Sancho, vicepresidente de AEQT y representante de Repsol, lo resume así: "El sector químico de Tarragona tiene futuro si apuesta decididamente por la innovación, la sostenibilidad y las alianzas locales". Este enfoque apunta no solo a la colaboración entre empresas, sino también con instituciones educativas, centros de investigación, administraciones y sociedad civil.

En un ecosistema donde las cadenas de valor son cada vez más interdependientes, las sinergias son vitales. No se trata solo de producir de forma más limpia, sino también de generar valor compartido en el territorio. En ese sentido, la industria química se percibe como una palanca para impulsar el desarrollo económico regional, siempre que se asiente sobre bases de sostenibilidad.

El momento de la verdad

La urgencia del momento es compartida por todas las voces del sector. Eduardo Sañudo, vicepresidente de AEQT y responsable de Vopak Terquimsa, lanza una advertencia clara: "Urge que empresas, administraciones y sociedad apostemos por una industria robusta, eficiente y sostenible; lo que no hagamos ahora es posible que ya no podamos hacerlo nunca". La ventana de oportunidad no estará abierta para siempre. Los próximos años serán determinantes para decidir el papel que jugará Tarragona en la industria del futuro.

Mientras tanto, el clúster químico se prepara para asumir el reto. Con inversiones previstas en proyectos de electrificación, hidrógeno renovable, eficiencia energética y captura de carbono, las empresas ya están en marcha. Pero la pregunta clave persiste: ¿estarán las condiciones alineadas para convertir este impulso en una transformación real?

Tarragona se encuentra ante un punto de inflexión. La descarbonización no es una opción, sino una obligación. Pero su éxito dependerá, en gran parte, de si la administración acompaña al sector con las herramientas adecuadas. Seguridad jurídica, agilidad administrativa, energía competitiva y apoyo a la inversión son los pilares sobre los que se construirá, o no, el futuro de la industria química de Tarragana, que mientras transita este complejo camino no puede permitirse el lujo de dejar a un lado lo que cualquier empresa necesita para subsistir: ser competitiva y rentable.

Ignasi Cañagueral - Presidente AEQT - Dow

"Garantizar la viabilidad económica es clave para afrontar grandes transformaciones como la descarbonización y la adopción de la economía circular"

Javier Sancho - Vicepresidente AEQT - Repsol

"El sector químico de Tarragona tiene futuro si apuesta decididamente por la innovación, la sostenibilidad y las alianzas locales"

Benjamin Hepfer - Vicepresidente AEQT - BASF

"El elevado coste de la energía y el exceso regulatorio y administrativo son barreras que debemos superar para asegurar un futuro sostenible y competitivo"

Eduardo Sañudo - Vicepresidente AEQT - Vopak Terquimsa

"Urge que empresas, administraciones y sociedad apostemos por una industria robusta, eficiente y sostenible, lo que no hagamos ahora es posible que ya no podamos hacerlo nunca"

María Mas - Directora Gerente AEQT

"Nuestro reto principal es la descarbonización, pero para cumplirlo necesitamos seguridad jurídica y apoyo económico para que se den las inversiones que necesita este proceso"

Ignacio Torres - Carburos Metálicos

"Es necesario un marco regulatorio que apoye la electrificación, los gases renovables y la captura de CO₂. Además, se requiere una mayor agilidad administrativa para atraer inversiones"

Andrea Firenze - Covestro

"El escenario global, aunque es muy exigente, también es una oportunidad única para acelerar las transformaciones que el sector ya había iniciado"

Rubén Folgado - Messer

"En el escenario de turbulencias e inestabilidad, la rápida respuesta y la capacidad de adaptación de la industria química son elementos clave para el éxito"