El Grupo Transpaís consolida su expansión bajo el sello de la fiabilidad

La empresa logística basa su modelo en el servicio y las soluciones integrales a medida de las necesidades de cada cliente

Juan Carlos Pardo y Agustín Juanpere en las instalaciones de Transpais en La Selva del Camp. FOTO: X.J.
Roberto Villarreal / La Selva del Camp

Han pasado más de 40 años desde que Pascual Pardo, allá por 1975, comprase su primer camión -un Pegaso Comet de 16 toneladas- para comenzar a trabajar como chófer para la Comarcal. Desde aquel primer paso del Grupo Transpaís hasta la moderna compañía intermodal de transporte en que se ha convertido a día de hoy, con 250 empleados, más de 30 millones de facturación y 200 vehículos (150 propios y 50 subcontratados de forma estable) en su flota, ha cambiado casi todo excepto una filosofía de "trabajo y seriedad" que se mantiene muy viva en el ADN de la empresa.

"Mi padre nos transmitió que la clave del negocio está en el servicio al cliente; nuestra forma de hacer las cosas se basa en la proximidad y la complicidad con él, la proactividad para solucionar sus problemas, saber ganarnos su confianza y no tener nunca un no por respuesta... Eso es fácil de decir con palabras, pero exige trabajo, trabajo y más trabajo", expone Juan Carlos Pardo, hijo de Pascual y director de operaciones. "El otro factor importante es el sentimiento de pertenencia; estamos donde estamos porque el personal está volcado en los objetivos de la compañía", añade Juan Carlos con el asentimiento del Director Comercial, Agustí Juanpere.

Otro de sus secretos, según la segunda generación de la empresa, es la capacidad de adaptarse al tamaño del cliente con los mismos estándares de calidad, sin discriminar a los más pequeños: "Intentamos ofrecer la misma garantía al de 500 euros que al de 500.000; la empresa pequeña nos ayuda a compensar rutas y tráficos... todas son necesarias y la humildad de nuestros orígenes nos ayuda a recordarlo".

Con 42 años de historia, facturan 30 millones y cuentan con una flota de 200 vehículos y 250 trabajadores

Sobre los hombros de la familia Pardo y todo el equipo de colaboradores recae el peso de la expansión de un grupo familiar que "no es una empresa de transporte al uso, ni tampoco una empresa de logística al uso; cubrimos todas las necesidades del cliente con una oferta multiproducto -son especialistas en manipulación de mercancías, paletería, contenedores...- y multiservicio, lo que nos da una ventaja estratégica importante", analiza Agustí. Aunque su división con más peso específico cubre el transporte por carretera, Transpais ha sabido evolucionar hacia la intermodalidad con servicios integrales por tren y por barco.

Para poder adaptarse a un sector "tremendamente competitivo en la optimización de estructuras y costes", el grupo dispone de unas instalaciones (45.000 metros cuadrados) de primer nivel tecnológico en el polígono de La Selva del Camp y una delegación en Colmar, al este de Francia, cerca de la frontera con Alemania y Suiza. Transpaís, en situación de afrontar una nueva etapa de crecimiento, ha conseguido hacerse un hueco importante en tráficos vinculados al packaging, aislantes y materiales de construcción, alimentación y contenedores. "Estamos -avanza Juan Carlos- trabajando para aumentar nuestra presencia en mercados como la automoción y químicos".

La diversificación y la capacidad para adaptarse a los clientes, claves de futuro para Transpais

A nivel geográfico, en los próximos años el Grupo Transpaís confía en consolidar su presencia en el mercado nacional y reforzar su presencia en el extranjero. "En España pondremos el acento en el centro, noroeste y Levante... en Europa queremos asentar el este a partir de nuestra delegación de Colmar y comenzar a abrir brecha en el oeste; también tenemos un proyecto interesante en Italia y llevamos años trabajando la zona de los países del Este, donde tenemos una filial en Bulgaria", sintetiza Juan Carlos. Desde el año 2005 Transpaís está integrada en el capital del Grupo Astre (8.000 vehículos y 3,5 millones de metros cuadrados de almacenes), lo que le aporta mayor músculo sin perder la flexibilidad de una mediana empresa.

El norte de África, y especialmente Marruecos por su potencial en los movimientos de productos textiles, de automoción y agrícolas, posee gran interés para las compañías de transporte, pero por el momento Transpaís no se plantea este tipo de aventuras: "Sólo nos moveríamos detrás de un gran cliente porque las implantaciones en frío son complejas. Necesitaríamos un socio local y eso siempre supone un riesgo", concluye Juan Carlos. "Los grandes de la logística -matiza Agustí- están agotando sus mercados en Europa, pero nosotros todavía tenemos un margen enorme de desarrollo".

La empresa planea expandirse por España y Europa en los próximos años

Aunque a juicio de ambos expertos el futuro pertenecerá a quien "mayor capacidad de adaptación y diversificación demuestre", la realidad impone que a día de hoy el transporte terrestre supone un 85% del global, "y seguirá teniendo ese porcentaje mientras los costes se mantengan como hasta ahora". "El tren -reflexiona Juan Carlos- es más sostenible pero resulta sensiblemente más caro por un tema de orografía, de limitación técnica por los anchos de vía y la tipología de los vagones... la carretera es igual para todos, pero el ferrocarril no está estandarizado. Por eso es tan importante el Corredor del Mediterráneo, pero no avanza al ritmo deseado".