El sector turístico contiene la respiración en espera de la apertura de fronteras

Los empresarios se muestran esperanzados en salvar una temporada de supervivencia pese a la incertidumbre por la falta de reservas

El sector turístico espera llenar unas instalaciones que ahora están vacías. FOTO: XAVI JURIO.
Roberto Villarreal / Tarragona

La evolución de la economía y del mercado laboral de Tarragona van a depender en los próximos meses del comportamiento de los mercados turísticos de la Costa Daurada y Terres de l'Ebre. Dada la falta de reservas y las numerosas cancelaciones, la incertidumbre es máxima entre los empresarios, que confían en la fidelidad de los clientes se fijan el 22 de junio como inicio de la prueba de fuego que van a atravesar en este 2020.

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) acaba de anunciar su previsión de que España encabece las caídas de las grandes economías mundiales por impacto del Covid 19 en caso de que haya un rebrote en otoño. Según este análisis, el PIB español podría caer en 2020 entre un 11,1% -la estimación del Gobierno es del 9,2%- y un 14,4% en el peor de los escenarios, con déficit público disparado hasta rozar el 130% y una tasa de desempleo del 20%.

El informe de la OCDE estima que la especial dependencia del turismo y del sector servicios -comercio, hostelería, restauración...- tendrá su reflejo en el peor comportamiento de todas las economías desarrolladas: "La caída de la demanda interna, por efecto del cese de la actividad y de la destrucción de empleo, es el factor clave, aunque también tendrá un gran peso la débil demanda externa, especialmente en servicios turísticos". El fuerte impacto que también se prevé en Francia, Italia o Reino Unido, con balanzas comerciales importantísimas para España, agrava más si cabe las predicciones.  

Esta radiografía global puede extrapolarse a la demarcación de Tarragona, cuyo modelo económico la hace especialmente sensible a los altibajos de la temporada turística. El profesor Joaquim Margalef, coordinador del último informe de coyuntura que las Cámaras de Comercio de Reus, Tarragona, Valls y Tortosa elaboran bajo el paraguas de la Cátedra para el Fomento de la Innovación Empresarial de la URV, augura que la psicosis y las dificultades de movilidad "van a dejar bastante tocado" uno de los puntales de la economía provincial. 

El turismo de proximidad podrá suplir sólo parcialmente la caída del cliente extranjero

"El turismo de proximidad del que tanto se está hablando -reflexiona- podrá suplir sólo parcialmente la bajada del turismo extranjero en sectores directamente implicados, por ejemplo el alojamiento, pero no puede sustituir el volumen millonario de ingresos indirectos para otros subsectores; esos ingresos estacionales de turistas foráneos se pierden, ya que los visitantes de proximidad ya hacen gasto en el territorio de manera habitual".

Horizonte 21 de junio

Los empresarios del turismo asumen que las reservas a día de hoy todavía se mantienen en un perfil bajo y que, según fuentes de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo (FEHT), "la temporada, sin duda, va a ser mala porque hemos perdido de forma irremediable tres meses de actividad". No obstante, mantienen desde hace tiempo dos fechas marcadas en rojo en el calendario: la semana de Sant Joan, con la esperada apertura del tráfico entre provincias en Fase 4 y del espacio Schengen, y el 1 de julio con la progresiva normalización de fronteras internacionales. Sólo una semana después, el día 8, está previsto el inicio de temporada en PortAventura World, otro de los grandes motores que pueden ayudar a que la campaña se salve en la Costa Daurada.

Las grandes cadenas hoteleras con presencia en el territorio han detectado movimiento en las búsquedas por internet, sobre todo de cara a agosto y septiembre y también, lo que es más preocupante, ya para 2021. No obstante, algunas de las más importantes -alrededor del 50% de las plazas- se preparan para arrancar una apertura progresiva de sus instalaciones a finales de mes. Best Hotels, -con 13 hoteles y 4.000 habitaciones en la Costa Daurada-, incluso inició la semana pasada una prueba piloto en La Pineda con el Best Terramarina, el primer cuatro estrellas de uso turístico que abre en el área litoral de Tarragona.

La FEHT ha detectado gran interés por el destino Costa Daurada en mercados fieles como el francés, británico o, en menor medida, alemán. "Es verdad que están comenzado a llegar algunas reservas, pero también hay muchas cancelaciones", explica el portavoz Xavier Guardià. Los empresarios confían en concretar las estancias a última hora, una tendencia a la que ya están acostumbrados, sobre todo con el cliente nacional.

'Sentirse como en casa'

En un escenario de incertidumbre sobre el comportamiento de los mercados, la prioridad para el tejido empresarial del turismo está en crear la sensación de seguridad, "de sentirse como en casa" en el destino. En este sentido, los integrantes de la FEHT -hoteles, campings y apartamentos- confían en la madurez de los mercados de la Costa Daurada y Terres de l'Ebre, que se traduce en la fidelidad de visitantes, nacionales y extranjeros, que conocen Tarragona a la perfección: "Esperamos que nuestros clientes habituales repitan, porque conocen bien cómo moverse y están muy bien informados sobre las medidas de seguridad que se están tomando, y creemos también que los propietarios de segunda residencia pueden incluso alargar las estancias".

El inicio de temporada en PortAventura World, previsto el 8 de julio, se vislumbra como uno de los motores para reconducir 2020

Por lo que respecta a los grandes campings, algunos de ellos casi pequeñas ciudades con capacidad para miles de personas, prácticamente todos estarán abiertos en la semana de Sant Joan tras una rápida adaptación a las exigencias del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) a pesar de que la difícil temporada que les espera. "Es cierto que se cita al camping como producto estrella estas vacaciones, y lo es porque la 'experiencia camping' reúne condiciones idóneas en la era post-Covid, pero todavía el nivel de reservas sube muy lentamente; no existe esa especie de 'boom' sobre el que se están publicando gran cantidad de informaciones, aunque sí es verdad que tenemos expectativas de salvar la temporada", confirma Àngels Ferré, presidenta de la Confederación de Campings del Mediterráneo, con 300 empresas adscritas desde Girona a Alicante.

Alargar la temporada

Los establecimientos turísticos afrontan, por tanto, una temporada de 'supervivencia' en la que el reto consiste en alcanzar ocupaciones al menos cercanas al umbral de la rentabilidad durante la temporada alta -julio, agosto y septiembre- para posteriormente tratar de alargar la temporada y recuperar en otoño -octubre y noviembre- el valioso tiempo perdido en primavera. Los destinos preparan productos específicos para esas fechas, en especial ligados al Patrimonio, la cultura y a la gastronomía, con la reprogramación de eventos que debieron ser aplazados en el segundo trimestre del año.

La ciudad de Tarragona puede servir de ejemplo para esta tendencia, ya que prevé trasladar el festival de reconstrucción histórica 'Tarraco Viva' a noviembre, coincidiendo con el 20 aniversario de la declaración del conjunto romano como Patrimonio de la Humanidad. "Siempre se ha hablado mucho de desestacionalización, pero los resultados son muy mejorables; más que nunca debemos ser capaces de ofrecer paquetes atractivos de cultura, comercio y espectáculos", expone la concejal de Turismo, Laura Castel.

"Tenemos esperanzas de que todos los visitantes que no han podido venir en mayo o junio nos visiten hacia septiembre u octubre; intentamos ser optimistas, pero la temporada va a ser muy complicada... eso sí, que nadie dude de que los empresarios vamos a poner todo de nuestra parte para salvar el ejercicio".

En todo caso, y en el mejor de los escenarios, en lo que sí coinciden tanto los informes de la OCDE como los economistas del territorio es en que la recuperación de la economía de Tarragona hasta situarse a niveles pre-Covid tardará al menos dos años. "Estamos inmersos en una economía muy abierta, por lo que las dinámicas en el Camp de Tarragona no serán muy diferentes de lo que vaya a suceder en otros territorios; parece sensato mirar hacia finales de 2021 o principios de 2022 para que los datos vuelvan a parámetros más normales", apunta Margalef desde el Grup de Recerca i Territori de la URV.

Cruceros y autocares en el dique seco

Resulta complicado abarcar el enorme abanico de subsectores afectados de forma directa o indirecta por el impacto de la crisis sanitaria en el turismo. Uno de ellos, el de los servicios discrecionales de autocar, ha salido esta misma semana a la calle para hacer pública una situación límite. Una veintena de empresas 'familiares' que da empleo a unas 2.000 personas en las comarcas tarraconenses denuncia caídas de hasta el 80% en la facturación y reclama ventajas fiscales, ERTEs más flexibles y periodos de carencia en los leasings, que pueden suponer unos 4.000 euros al mes por vehículo. La situación también es crítica en relación a los cruceros, un nicho de mercado emergente y con una inversión importante en curso -Moll de Balears- en Tarragona que ha frenado en seco en este 2020. A día de hoy, la temporada está en el aire: "El inicio es una incógnita y todos los agentes implicados están a la espera de acontecimientos; trabajamos para dar servicio este año, y si no es posible, estaremos más preparados para el próximo", explican desde el Port de Tarragona. Al igual que los cruceros y los servicios especiales de autobús, el turismo de congresos y eventos permanece bajo mínimos y se augura una evolución lenta.

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