Escalada sin freno en los precios

Las subidas en el coste de la energía, transporte y materias primas siguen generando preocupación, aunque la demanda es robusta e incluso crecen las ventas

Roberto Villarreal / Tarragona

Los graves problemas logísticos con los semiconductores son extensibles a otras materias primas, prácticamente en cualquier sector, y como consecuencia los precios continúan al alza y con la inflación disparada, aunque en el último registro de abril se haya frenado en el 8,4%. Se calcula que el cuello de botella producido en China durante el último mes va a tener sus efectos en Europa y va a repercutir en los precios de las materias primas durante el próximo semestre. Aunque las restricciones en el país asiático se relajen, deshacer un embudo como ese se prolonga en el tiempo, con la consiguiente repercusión en la estructura de costes.

En el ámbito de la industria química, las grandes empresas implantadas en Tarragona siguen muy preocupadas por el precio de la energía y por la merma competitiva que supone. Con una perspectiva general, fuentes de la AEQT confirma que los primeros meses del año se han caracterizado por "un incremento significativo del coste de la energía y de las materias primas", lo que repercute en un aumento de precios del producto final. Afortunadamente, la demanda se mantiene muy robusta, por lo que las cifras de ventas arrojan importantes porcentajes de crecimiento.

En general se estrechan los márgenes al no poder repercutir la nueva estructura de costes

Por lo que respecta a la industria de componentes de automoción, también muy relevante en el Camp de Tarragona, "repercutir todos los sobrecostes al cliente es muy complicado, pero al final siempre impera el sentido común, y los fabricantes de coches son conscientes de lo que está pasando", explican desde Lear Corporation. "En principio, son contratos cerrados, pero se llega a acuerdos favorables, porque al final no hay fabricante que el pasado año no reportase récord de ventas y de beneficios". De cara al cliente final, no volverán a verse precios asimilables a los de 2019 al menos en dos o tres años.

En el sector de la construcción, las agrupaciones de promotores de Tarragona constatan que la situación es preocupante. A la subida del gas y la electricidad, se suma además la escasez de las materias primas (acero, alumnio, madera...), que también ha originado problemas de abastecimiento y, por consiguiente, mayor carestía: "Este incremento de precios no era previsible, ha sido muy fuerte en todos los materiales". La mayoría de las obras que se están ejecutando no pueden repercutir esa enorme subida de costes en los precios finales de venta: "Las decisiones de compra se alargan en el tiempo, y los márgenes de beneficio se estrechan". Por lo que respecta al agroalimentario, la tónica es idéntica: las subidas en los costes de combustible y energía, fertilizantes y piensos sitúan a los productores en una situación delicada.

Por lo que respecta al turismo, otra industria electrointensiva, el problema de otros sectores se reproduce del mismo modo: los márgenes de beneficio siguen a la baja porque no es posible repercutir directamente en el precio de alojamiento y servicios la brutal subida de costes (suministros, proveedores, transporte...). Tanto las grandes cadenas como los pequeños empresarios afinan al máximo los cálculos para ser competitivos y obtener un resultado positivo. "Las pymes del territorio, que en el sector servicios son mayoría y en Tarragona más peso que en otros territorios, tratan de adaptarse a marchas forzadas a esta sobrecarga en su estructura de costes; está muy claro que este año el cliente va a pagar más por todo durante sus vacaciones, aunque por fortuna se prevé una excelente temporada turística porque la pandemia ha dejado cierto margen de ahorro y muchas ganas de disfrutar", reflexionan fuentes de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT).

Pese a esta escalada alcista de los precios, generalizada en prácticamente todos los sectores, la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, insiste en que "todo apunta" a que España "ha dejado atrás el pico de inflación" y ha recordado que tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el Banco de España estiman que para enero de 2023 la inflación sea del 2%. A la espera de que se cumplan sus vaticinios, la pérdida continuada de poder adquisitivo ya provoca un incremento de la conflictividad laboral. «Hay industrias que están ganando mucho dinero en nuestra demarcación y sin embargo incumplen las subidas del IPC pactadas", denuncian los sindicatos UGT y CCOO.

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