Llega el otoño más incierto

La inflación, la incógnita de los Next Generation, la caída del consumo, la conflictividad laboral y las dudas de los inversores marcarán el final de año

La subida de tipos de interés anunciada por el BCE para combatir la inflación impactará negativamente en el consumo. (Foto: ACN)
Roberto Villarreal / Tarragona

Inflación, subida de tipos de interés, contracción de la demanda, crisis energética y de materias primas, guerra en Europa... Tras un buen arranque hasta agosto, los nubarrones que vienen amenazando la economía desde el segundo trimestre de 2022, lejos de disiparse, se han convertido ya en una foto fija que alimenta fuertes dosis de incertidumbre de cara al próximo otoño.

"La verdad es que nadie sabe lo que va a pasar, porque realmente esta crisis es novedosa: por primera vez en décadas, no es una crisis de demanda, sino de oferta, lo que cambia totalmente las perspectivas a corto, medio y largo... Han caído las redes logísticas en una situación inédita, sin precedentes, lo que ha generado tempos distintos al retomar la actividad y un desabastecimiento generalizado", razona Josep Lluís Aymat, experto en logística y director de la Federación de Autotransporte de Tarragona (FEAT).

Una crisis de demanda paraliza decisiones de compra e inversión, por lo que se ralentiza la economía, pero en esta ocasión la parálisis sobreviene justamente por todo lo contrario. "En anteriores crisis -describe Aymat-, no había aumento de precios por falta de demanda, con la gente como loca para poder vender y suministrar, pero cuando falla la oferta es justo al revés, la gente va loca llamando a las puertas del proveedor, y se convierte en un escenario idóneo para incrementar precios estancados desde hace 20 años". Si a este cóctel se le suma una crisis energética que nace ya antes de la invasión de Ucrania, con incrementos sostenidos en materias energéticas, el resultado se torna cada vez más preocupante. "Ucrania ha sido la puntilla porque ha gravitado sobre el gas, importantísimo para la producción industrial y para la generación de energía eléctrica".

En plena resaca de la temporada alta veraniega, los expertos consultados visualizan un cuatrimestre tremendamente complejo, sobre el que es prácticamente imposible establecer previsiones con cierto margen de certeza. "Es un escenario incierto; estamos todavía bajo el efecto de un excelente verano para el turismo, en cifras que se acercan a las del histórico 2019, pero en los próximos meses por fuerza va a notarse el cóctel de inflación disparada, subida de tipos y crisis energética", exponen desde el Gabinete de Estudios de la Confederación Empresarial de la Provincia de Tarragona (CEPTA).

Precisamente el sector turístico, sin duda uno de los dos grandes motores -junto la industria química- de la economía de Tarragona, no ha comenzado con buen pie el mes de septiembre. El curso escolar ha arrancado con una semana de adelanto, lo que ha generado un perjuicio a los alojamientos turísticos, que han visto como sus cifras de facturación han caído en porcentajes relevantes.

Xavier Guardià, portavoz y responsable de relaciones institucionales de la Federació Empresarial d'Hostaleria i Turisme de Tarragona (FEHT), confirma que el último cuatrimestre del año es una incógnita: "No sabemos cómo funcionará; de momento, ya hemos podido comprobar cómo el adelanto del curso escolar en Cataluña ha reducido la ocupación de estas primeras semanas de septiembre donde, tradicionalmente, teníamos ocupaciones altas".

En hoteles, campings y apartamentos las reservas han caído en una semana que históricamente ha sido siempre muy positiva. De hecho, también ha afectado a la última semana de agosto. "Hemos empezado septiembre con ocupaciones medias. No podemos dar cifras todavía, pero sí podemos decir que hay establecimientos que por estas fechas estaban al 70% de ocupación en años anteriores, y que en éste se mueven alrededor del 45%". El portavoz de la patronal destaca el cambio de comportamiento del turismo familiar y de proximidad, con el grueso de los huéspedes que disfrutaban de sus vacaciones en la primera quincena de septiembre. "Muchas familias esperaban para poder pasar unas vacaciones más baratas cerca de casa".

La caída de las reservas ha llevado a los empresarios a comenzar a planificar los ajustes de plantilla, aunque todavía no hay cierres. Según Guardià, la debilidad del turismo local se está compensando con los visitantes sénior procedentes de otras comunidades españolas y de Francia y Países Bajos. "Nuestra previsión es que los alojamientos empiecen a cerrar a partir de mediados de octubre y por Todos los Santos, tal y como sucedía antes de la pandemia; es cierto que, durante estos meses de septiembre y octubre, echaremos de menos el turismo ruso, un mercado importante que también nos visitaba a finales de verano e inicio de otoño".

Los precios de la energía lastran a la química

La subida del precio de la energía es un punto absolutamente clave para la industria química de Tarragona, que observa esta perniciosa dinámica con preocupación e incertidumbre, dado que los márgenes de producción pasan fácilmente de positivos a negativos. "Por ahora todas las unidades de producción de las empresas asociadas a la Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT) siguen en funcionamiento, pero monitorizando de manera continua y exhaustiva la situación y la evolución de esos precios para anticipar escenarios y, en caso de que sea necesario, tomar decisiones relativas a ajustes o incluso interrupciones en la producción, llegado el caso, que ahora mismo no se están planteando", exponen fuentes de la citada AEQT.

Tanto la invasión de Ucrania como las actuaciones derivadas de limitación en la disponibilidad de gas están teniendo un impacto muy alto en los costes de producción de este sector: "Es una subida que ya se arrastraba desde el año pasado, que abrió un periodo de graves dificultades que este 2022, y que se ha agravado con circunstancias como el precio del gas, la inflación, las dificultades de suministro o la guerra".

"En el caso de nuestros polígonos -subrayan desde la AEQT-, a esos problemas coyunturales que se han acentuado este año, se unen los que llevan décadas lastrando la competitividad de este territorio frente al resto de competidores europeos: falta de redes cerradas, infraestructuras eléctricas insuficientes y obsoletas con poca fiabilidad de suministro, por la parte eléctrica; en lo que respecta a infraestructura de transporte, con el corredor del Mediterráneo se abre una opción de mejora que esperamos sea una realidad en diciembre de 2023".

Se confirma el peor escenario posible

Las peores pesadillas de expertos como el economista Joaquim Margalef, que advierte sobre los efectos negativos de una alta inflación prolongada y, sobre todo, de una subida agresiva de los tipos de interés, llevan camino de convertirse en realidad en lo que resta de 2022. También la incapacidad para enfriar los precios de la energía como base para inyectar estabilidad al sistema, un vector sobre el que vuelve a poner el acento Carme Poveda, directora de Análisis Económico de la Cambra de Comerç de Barcelona y de la memoria económica regional que elabora el Consell General de Cambres de Catalunya.

Los que prefieren ver la botella medio llena consideran que el contrapeso de los fondos europeos Next Generation, si se tramitan con la agilidad y vitalidad necesaria, debe arrojar luz sobre un panorama sombrío: "La inflación sigue reduciendo la capacidad del gasto de las familias y se traduce en una menor demanda interna, por lo que hay que poner todo el esfuerzo en la gestión óptima de los fondos europeos para estimular a la iniciativa privada y seguir creciendo, aunque sea a un ritmo más bajo del previsto", insiste Josep Oliver, catedrático emérito de Economía Aplicada de la UAB y director del Anuario Económico Comarcal del BBVA, que no observa paralelismos con la crisis de 2008 ni augura algo parecido.

No obstante, la caída del consumo, un escenario de mayor conflictividad laboral ante la pérdida de poder adquisitivo, y el frenazo de las inversiones hasta que se aclare el panorama, -con esa incógnita del impacto de los fondos europeos-, van a ser, según los analistas, la tendencia en los próximos meses.

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