Entre sus líneas de trabajo quiere fortalecer el prestigio de la profesión y la figura del economista y atraer a las nuevas generaciones, posicionando al Col·legi d'Economistes como un aliado para su desarrollo y conexión con el mundo profesional. También tratará de acercar la institución a los economistas del sector privado, directivos y empresarios, escuchando sus necesidades e impulsando iniciativas de valor directo, así como ampliar y reforzar la colaboración con otras entidades del territorio -económicas, empresariales, académicas e institucionales- para generar sinergias que contribuyan al progreso de Tarragona y la construcción de una economía más innovadora, eficiente y sostenible.
¿Cómo ve la profesión de economista?
En un mundo cada vez más complejo y global, donde los cambios económicos, tecnológicos y sociales se suceden a gran velocidad, el economista tiene un papel clave para interpretar la realidad, anticipar tendencias y ayudar a tomar decisiones informadas. La profesión de economista abarca distintas ramas o especialidades, como fiscalidad, finanzas, empresa o contabilidad, y es difícil, o imposible, ser experto en todo, pero cada uno en nuestro ámbito, con la formación y experiencia que se nos exige, podemos aportar no solo analizando los datos, sino interpretándolos y proponiendo cambios y mejoras para nuestros clientes, empresas privadas, administración pública...
Suena a reivindicación.
Aún se desconoce el valor que aporta un economista en distintos ámbitos: desde la empresa hasta la administración pública, pasando por el tercer sector o el emprendimiento. Fortalecer nuestra figura es también reivindicar nuestra capacidad para generar impacto positivo en la sociedad y tener cada vez más influencia. Queremos que se nos vea como profesionales que no solo entienden la economía, sino que ayudan a mejorarla.
¿De qué manera?
No creo que exista una receta mágica, pero hay que cuidar nuestros sectores estratégicos. Por ejemplo, potenciar la desestacionalización en el turismo, que tendría un efecto directo en la retención de talento, y fomentar la innovación en la energía y la logística y mejorar las infraestructuras. También hay que apoyar a las empresas, empresarios, pymes y emprendedores con políticas que incentiven y no desincentiven.
¿Qué papel juega el Col·legi d'Economistes de Catalunya en el desarrollo empresarial y económico del territorio?
Creo que jugamos un papel de puente. Conectamos conocimiento técnico con la realidad empresarial, aportamos análisis, organizamos jornadas y colaboramos con instituciones para fomentar el desarrollo económico. También, con nuestro posicionamiento, pretendemos poder trasladar las inquietudes y preocupaciones en los distintos ámbitos de actuación del economista, fiscalidad, finanzas, comercio, etc., a las distintas administraciones públicas para poder aportar nuestro grano de arena y mejorar todo lo que sea posible para las empresas del territorio y la economía en general.
¿Y a nivel social?
El colegio puede ayudar a entender la economía de forma accesible, combatir la desinformación y promover valores como la sostenibilidad, la equidad y la innovación. También fomenta la participación en iniciativas de economía con propósito, economía circular y especialmente, en la formación en cualquier ámbito de la economía.
En su presentación como presidente dijo que quiere que el Col·legi d'Economistes sea más atractivo para los jóvenes.
Efectivamente, es un reto en el que debemos insistir y no es fácil. Estamos en una sociedad con cambios en valores, necesidades o intereses, y esto se nota en los jóvenes que finalizan sus estudios y empiezan a buscar sus primeros trabajos. Tenemos que reflexionar y conocer bien qué les preocupa y qué les motiva y, así, poder ver en qué les puede ayudar el Col·legi d'Economistes. Debemos ofrecerles formación útil, oportunidades reales de networking, visibilidad profesional y participación activa en proyectos. Queremos que el colegio sea un lugar donde los jóvenes economistas se sientan escuchados, representados y motivados para crecer.
El acceso a la vivienda es uno de los grandes problemas actualmente de los jóvenes y de la sociedad en general.
El problema del acceso a la vivienda en nuestro territorio comparte los mismos motivos que afectan en general al resto de Catalunya y España: un déficit estructural de vivienda, es decir, oferta insuficiente; costes y plazos de construcción; encarecimiento porcentual de precios de compra; alquileres proporcionalmente más altos que los incrementos de salarios; alquileres turísticos; especulación y falta de políticas y regulación efectiva.
¿Las políticas implantadas no funcionan?
Se están llevando a cabo políticas tendentes a limitar y penalizar en exceso y los resultados, hasta ahora, no han sido los esperados. Sería conveniente valorar políticas que, en lugar de penalizar, incentiven, por ejemplo, la compra de viviendas para jóvenes, con una mejora de la tributación directa en la venta de inmuebles destinados a vivienda habitual o una reducción de la fiscalidad del arrendamiento destinado a vivienda habitual.
¿Las empresas y la administración pública deben ir de la mano?
La colaboración entre las entidades que representan el tejido empresarial y profesional de nuestro territorio es muy importante. Las empresas, empresarios y profesionales son el motor de la economía, y compartir sus inquietudes, problemas y retos con la administración pública y demás instituciones, con un espíritu crítico y constructivo es imprescindible para conseguir sinergias y ayudar a tomar decisiones que ayuden al desarrollo y progreso económico de nuestro territorio.
Especialista en temas tributarios
Arnau Farré (Rocafort de Queralt, 1985) fue nombrado en julio nuevo presidente de la sede en Tarragona del Col·legi d'Economistes de Catalunya para los próximos cuatro años. Sustituye en el cargo a Miquel Àngel Fúster. Farré es licenciado en Dirección y Administración de Empresas por la Universitat Rovira i Virgili (URV) y tiene un máster en Dirección Financiera y Contable de la Empresa por el IDEC - Universitat Pompeu Fabra. Actualmente es socio de ETL Global ADD y está especializado en el ámbito tributario. También es vocal consultor del pleno de la Cambra de Comerç de Tarragona y miembro del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). Ha sido profesor colaborador en la Universitat Oberta de Catalunya, en el máster de acceso a la abogacía (Sistema Fiscal), y tiene formación especializada en planificación fiscal de patrimonios (CEF), tributación internacional (CEC) o precios de transferencia (ESADE).
