Dos años de obras para ver la nueva zona de cruceros

Los buenos resultados en la atracción de cruceristas impulsan al Port a potenciar esa área de negocio e invertir 25 millones en un nuevo espacio robado al mar

El crecimiento de sector cruceros en Tarragona ha dejado pequeña la actual terminal. FOTO: X.J.
Roberto Villarreal / Tarragona

El 2018 se cierra como el año en que el Port de Tarragona ha dado el gran salto como puerto de cruceros con 57 embarcaciones y cerca de 100.000 pasajeros, unas cifras que pueden mejorar en el presente ejercicio a tenor de la planificación de Costa Cruceros -principal operadora- que ya ha anunciado, a raíz de los buenos resultados, su intención de probar con una embarcación más grande, -el Costa Fortuna, de casi 3.500 pasajeros-, en la ruta de Tarragona. La planificación es alcanzar los 110.000 turistas en 65 cruceros.

El crecimiento exponencial (en 2017 se registraron algo más de 50.000 cruceristas) de este negocio emergente se topa, no obstante, con una limitación evidente como es la carencia de infraestructuras. A día de hoy, los cruceros atracan en el muelle de Illes Balears, demasiado estrecho para la logística y la operativa que requieren estas grandes embarcaciones. El presidente del Port, Josep Maria Cruset, ha avanzado que este año se acometerá la fase preliminar para la construcción de la nueva área de cruceros, con una inversión prevista de 25 millones de euros de la que se desembolsa el primer millón.

Se trata de un espacio robado al mar y ubicado en la cara interna del dique, que permitirá el atraque de hasta tres trasatlánticos al mismo tiempo. "El calado en esa zona es importante, una buena noticia para que puedan entrar los barcos más grandes, pero mala desde el punto de vista de los costes de construcción por la profundidad", advierte Cruset.

El presidente del Port avanza que este año se iniciará la construcción de la nueva área de cruceros con una inversión de 25 MEUR

El proyecto del muelle de Balears está muy avanzado, dispone de todos los permisos, y en breve se enviará a Puertos del Estado para su aprobación y posterior licitación. Se prevé que la obra esté terminada a mediados de 2021: será un muelle multifuncional que se dedicará a la operativa de cruceros mientras se trabaja en la futura terminal del contradique de Els Prats, en La Pineda (Vila-seca), cuya entrada en operación se estima a medio plazo (2030), y en la terminal definitiva junto al Port Esportiu de Tarragona, a más largo plazo (2040). "Se cometió un error al transponer todos los proyectos previstos, que obedecen a tempos diferentes y son perfectamente compatibles", defiende el presidente, que inició su mandato bajo una fuerte polémica entre Vila-seca y Tarragona.

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