Nutrigenómica: la URV desmenuza los secretos de la dieta del futuro

La identificación y desarrollo de alimentos funcionales es una gran oportunidad de mercado para el sector agroalimentario por su capacidad para prevenir enfermedades

El grupo de investigación de Nutrigenómica, de la URV. FOTO: XAVI JURIO.
Roberto Villarreal / Tarragona

El grupo de investigación de Nutrigenómica trabaja en el seno de la Universitat Rovira i Virgili (URV) con el reto de generar conocimiento orientado al diseño de alimentos funcionales capaces de prevenir, retrasar o paliar enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes, la hipertensión o el síndrome metabólico.

La intensa producción científica del área de Nutrigenómica ha sido posible gracias a la financiación de entidades públicas y privadas. El grupo ha conseguido más de dos millones de euros de dinero público para 18 proyectos; destacan por su importe el subvencionado por la Generalitat de Catalunya -con Fondos FEDER- y la Diputación de Tarragona (Proyecto de Especialización y Competitividad Territorial Nutrisalt) bajo impulso del Ayuntamiento de Reus, los cuatro que se integran en el Plan Nacional (Mineco) y otro internacional costeado por la Unión Europea.

Desde sus comienzos, este grupo estimulado por los catedráticos Lluís Arola, Cinta Bladé -fallecida en abril- y Josepa Salvadó, ha potenciado el trasvase de conocimiento a la empresa privada, con la que se han firmado más de 20 contratos que superan los 850.000 euros. Compañías tan importantes como Go Fruselva, el Cluster Aragonés de Alimentación, Laboratorios Ordesa o Bioibérica han colaborado con los especialistas de la URV para desarrollar productos de alto valor añadido.

Desde sus inicios, este grupo ha propiciado la transferencia de conocimientos a la empresa privada

Bajo la inspiración de Arola y Salvadó, a día de hoy el grupo de Nutrigenómica está integrado por nueve investigadores senior, todos profesores del Departamento de Bioquímica y Biotecnología, dos post-doctorales y una decena de estudiantes becados. "Se trata de un grupo interdisciplinar de expertos en nutrición y metabolismo que se dedican "full time" a dar clases y a investigar, en síntesis, cómo la dieta puede llegar a alterar la expresión de los genes", explica Gerard Aragonés, profesor que ejerce como portavoz.

Investigación aplicada

A la hora de transferir el fruto de sus investigaciones al sector agroalimentario, hasta ahora se han centrado especialmente en la evaluación de ingredientes funcionales -como hidrolizados peptídicos o polifenoles- en modelos animales y el estudio de los mecanismos por los cuáles hacen efecto. "Básicamente, hemos diseñado una plataforma de proteínas con funciones interesantes (antiinflamatorias, antioxidantes...) y tratamos de crear subproductos con valor nutricional añadido".

A modo de ejemplo, uno de sus proyectos, vinculado a una empresa cárnica de Tarragona, analizó  los péptidos (moléculas formadas por la unión de varios aminoácidos) de las patas de pollo: "Se obtuvieron conclusiones muy esperanzadores sobre su efecto anti-hipertensivo", comenta Aragonés. Los investigadores de la URV son especialistas en modelos de animales con obesidad inducida por una dieta rica en azúcares y grasa que "mimetiza mejor los riesgos nutricionales que afectan a nuestra sociedad".

Colaboración con el Clúster AINS y Eurecat

El tejido empresarial de Reus, en especial a través del Clúster de Nutrición y Salud AINS, ha iniciado una prometedora vía de colaboración a través del proyecto Nutrisalt, impulsado por el Ayuntamiento de Reus y orientado a la transformación i dinamización del sector agroalimentario. Los principales agentes que sustentan la innovación en Tarragona, como la URV, su Fundación, Eurecat e IRTA (Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentària) se reparten casi dos millones de euros con el horizonte 2020.

En el marco de Nutrisalt se buscan ingredientes con potenciales propiedades saludables que provengan de partes que no se aprovechan de plantas del Camp de Tarragona como el avellano, el naranjo, la viña, el nogal, la sandía, el melón, el manzano o el tomate. Se estima que los residuos derivados de la industria alimentaria y agrícola constituyen casi el 30 por ciento de la producción agrícola global. Se trata de productos con bajo valor económico, que se pueden reaprovechar y revalorizar.

Sus investigaciones revelan que la fruta es más beneficiosa si se consume en temporada

El director del Área de Biotecnología de Eurecat, Antoni Caimari, ha dado a conocer recientemente las estrategias de valorización de subproductos de la industria agroalimentaria, como cáscaras, cascarillas o huesos de algunas especies vegetales del Camp de Tarragona, para obtener extractos con potencial para mejorar aspectos de la salud de las personas, desarrolladas dentro del proyecto Nutrisalt, que tiene como finalidad avanzar hacia una alimentación innovadora, segura, saludable y sostenible.

"Hemos identificado varias moléculas presentes en plantas del Camp de Tarragona que pueden inhibir potencialmente proteínas clave involucradas en enfermedades metabólicas como la hipertensión, la obesidad, la arterioesclerosis o el hígado graso; la diuresis; enfermedades de la piel y alopecia e infecciones microbianas", ha avanzado.

Fruta de proximidad y de temporada, mejor opción

Nutrisalt trabaja en tres ejes: añadir valor a los productos de proximidad, potenciar la seguridad alimentaria e impulsar la creación de nuevos productos y empresas. En el contexto de esa primera línea de actuación, Nutrigenómica se afana en "buscar evidencias científicas del efecto positivo real de esos alimentos de temporada y propios de nuestro territorio". En concreto, los investigadores han comenzado por centrarse en los polifenoles, moléculas señalizadoras que influyen en el reloj molecular de los humanos y que son el denominador común de los productos estrella de Tarragona como los frutos secos, el aceite, el vino o la fruta.

"La percepción de la mayoría de consumidores -razona Aragonés- es que los productos de proximidad son más sabrosos, sanos, saludables y sostenibles, pero hasta hoy nadie ha demostrado que tengan efectos más beneficiosos que los de procedencia lejana o de fuera de temporada". Los expertos de la URV tienen los primeros indicios que la fruta con alto contenido en polifenoles (cereza, albaricoque, naranja, uva) afecta de modo distinto al metabolismo en función de si se consume en la época del año que corresponde o fuera de temporada.

Otra de las líneas de investigación de gran interés son los ritmos de la ingesta

El efecto probado de esos polifenoles en el reloj molecular -que regula los ritmos de nuestro metabolismo- "da paso a una hipótesis arriesgada: si la concentración de polifenoles -con su huella en el organismo- depende de la temporada, la fruta no recogida aquí en su tiempo puede 'engañar' al metabolismo y provocar efectos no deseados". Según sus resultados, el consumo de fruta de procedencia lejana, por ejemplo naranjas de Argentina, nos produce señales equívocas: la alteración de estos relojes moleculares puede relacionarse directamente con un aumento en el riesgo de sufrir algunos de los trastornos metabólicos asociados con la obesidad y el sobrepeso, es decir, que comer fruta rica en polifenoles fuera de temporada puede disminuir sus efectos beneficiosos.

Otra de las líneas de investigación de gran interés, en este caso financiada por el Ministerio de Economía y Empresa (Mineco) camina vinculada a los ritmos de la ingesta: noche-día, invierno-verano... lo que los especialistas denominan crononutrición. "Vamos a poner un ejemplo sencillo: ¿Es lo mismo comerse unos macarrones por la mañana o por la noche? Evidentemente no, y nosotros sabemos que hay unos componentes bioactivos que influyen sobre los genes y que tratamos de estudiar en detalle para abrir las puertas a una nutrición más personalizada, distinta para el hombre o la mujer, para el deportista o el sedentario... todo eso se analizará en la dieta del futuro".

Talento 'in crescendo'

En los últimos cinco años Nutrigenómica ha publicado más de 110 artículos en revistas de prestigio contrastado, -aproximadamente unos 20 artículos por año-, y son inventores de cuatro patentes desde 2013. En dos años han presentado comunicaciones orales en una docena de congresos nacionales e internacionales. Desde 2013, estos expertos han supervisado una decena de tesis doctorales defendidas en el programa de doctorado de Nutrición y Metabolismo y que obtuvieron la máxima calificación, ocho de ellas con mención internacional y cuatro con premio extraordinario de doctorado. Además, han dirigido la investigación de una docena estudiantes del Master de Nutrición y Metabolismo (URV) para llevar a cabo su Trabajo Fin de Máster, y de diferentes alumnos de cuarto curso para su Trabajo Fin de Grado.

En recuerdo de Cinta Bladé

Profesores de la URV y de otras universidades ha rendido un emotivo homenaje a la catedrática de Bioquímica y Biología Molecular Cinta Bladé, que falleció el pasado 8 de abril.  Bladé miembro del grupo de investigación en Nutrigenómica e impulsora del Master Interuniversitario de Nutrición y Metabolismo. Su investigación se centró en los efectos de los compuestos fenólicos sobre el síndrome metabólico y los ritmos circadianos (cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario, y que responden, principalmente, a la luz y la oscuridad) y estacionales. Autora de numerosos artículos científicos y capítulos de libro, dirigió una docena de tesis doctorales, fue jefe del grupo de investigación en Nutrigenómica y fue reconocida como profesora distinguida de la URV en 2018.

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