TIC

Mobile social Congress, la perspectiva más social de la industria tecnológica

"La industria tecnológica genera graves impactos sobre los derechos humanos y el medio ambiente que son invisibles en el MWC"

Dolors Setó Pàmies

@Dolorsseto

Professora del Departament de Gestió d’Empreses, Facultat d’Economia i Empresa (Universitat Rovira i Virgili)

Investigadora principal del grup d’investigació RESET (Responsabilitat social, Sostenibilitat i Ètica empresarial)

La industria tecnológica es uno de los sectores más dinámicos e importantes de la economía a nivel mundial. La tecnología ha invadido nuestro día a día y ya no podemos vivir sin ella. Sin duda alguna, la tecnología contribuye de forma importante al progreso y al bienestar de las personas. Sí, pero ¿qué hay detrás de la industria tecnológica? ¿Cuáles son sus impactos sobre las personas y el medioambiente?

Como ya viene siendo tradición, la ciudad de Barcelona con el Mobile World Congress se convierte cada mes de febrero en el mayor altavoz del mundo para que las empresas líderes de la telefonía móvil muestren sus últimas innovaciones y puedan, a su vez, discutir sobre los temas más candentes de la industria. Pero ¿son los impactos sociales y medioambientales generados por dicha industria en sus cadenas de suministro globales uno de esos temas tan importantes en sus discusiones? Pues lamentablemente no. Para poder hablar sobre estos temas uno debe desplazarse a otro punto de la ciudad donde SETEM organiza: el Mobile Social Congress, un espacio de encuentro que pretende reflexionar sobre el modelo de producción y consumo en el que se sustenta la industria de las tecnologías de la información y la comunicación. Un modelo que genera graves vulneraciones de derechos humanos e impactos ambientales que se invisibilizan en el Mobile World Congress.

Debería ser posible una industria capaz de generar valor compartido en todos los eslabones

La industria tecnológica -una industria con apariencia de industria moderna y limpia-, genera importantes impactos negativos en sus cadenas de valor globales, y no solamente en la fase de aprovisionamiento y de fabricación sino también en la fase de reciclaje. ¿Qué hay detrás de la fabricación de un móvil? Para empezar, la fabricación de un móvil requiere de muchos minerales, siendo uno de los más importantes el coltán. El coltán es imprescindible para todos los móviles y ordenadores del mundo, y por el momento no hay alternativa para reemplazarlo. Sin el coltán, nuestras vidas tecnológicas se pararían. De modo que, la demanda imparable de este mineral por parte de la industria genera un impacto ambiental y social muy preocupante en las comunidades que sufren el extractivismo minero como, por ejemplo, en la República Democrática del Congo.

El Congo, uno de los países más pobres del mundo, ha tenido la mala fortuna de combinar unas buenas reservas de estos escasos recursos con la inestabilidad política necesaria para provocar un fenómeno comparable al de los conocidos diamantes de sangre. El coltán es extraído de las minas por la población todavía de forma artesanal sin ningún tipo de mecanismo que garantice una extracción segura. Además, la mayoría de las grandes empresas del sector no controla o no informa sobre la procedencia de sus componentes, a pesar de la regulación existente. Pero los impactos negativos no se detienen aquí, sino que continúan en la fase de producción.

Las grandes marcas no controlan de donde proceden sus materiales ni las condiciones laborales de su cadena de producción

Las grandes marcas son también responsables de vulneraciones de derechos laborales y de normas de salud y seguridad en les fábricas donde se subcontrata -en la cadena de suministro global- muchas de ellas en China; llegando a generar situaciones de esclavitud moderna (salarios de pobreza, trabajo forzoso, etc.,). Y para colofón, la gran cantidad de residuos electrónicos generados por los móviles -como resultado tanto de una obsolescencia programada como de una obsolescencia estética- son exportados también a los países del sur, incumpliéndose el Convenio de Basilea en el que se establece el control de los movimientos transfronterizos de los residuos peligrosos y su eliminación con el fin de proteger la salud humana y el medio ambiente. De modo que la irresponsabilidad empresarial se amplía a lo largo del ciclo de vida de los móviles al no contemplarse la reparación, la reutilización ni el reciclaje.

¿En la era de la inteligencia artificial no somos capaces de conseguir un modelo de producción y consumo responsables en la industria tecnológica que sea capaz de generar valor compartido?

Pues bien, una vez conocida esta situación y teniendo en cuenta que el Mobile World Congress tiene la capacidad de generar un impacto económico de más de 473 millones de euros, 13.900 empleos y de reunir en Barcelona a 400 empresas del sector y a 160 delegaciones gubernamentales, 200 países y regiones, y conseguir una cifra record de 109.000 visitantes; nos podemos preguntar ¿no sería posible aprovechar ese potencial de recursos y talento -que es capaz de generar incluso innovaciones tecnológicas tan asombrosas como móviles plegables, el 5G o la inteligencia artificial -para reformular el modelo de producción y consumo de la industria de tal forma que se minimizaran los impactos negativos? ¿No sería posible dedicar parte de ese talento a buscar nuevos materiales que substituyeran el uso de minerales como el coltán? ¿De verdad creéis que en la era de la inteligencia artificial no somos capaces entre todos (gobiernos, empresas, trabajadores, universidades, investigadores, consumidores, ...) de conseguir un modelo de producción y consumo responsables en la industria tecnológica que sea capaz de generar valor compartido en todos los eslabones de la cadena? Pues sí, una nueva industria es posible y todos nosotros podemos contribuir a ello. ¡Tú también!