Tarragona, hub químico en el Mediterráneo

Josep Maria Cruset. Presidente del Port de Tarragona

Josep Maria Cruset / Tarragona

En los últimos tres años el Port de Tarragona ha movido 5,5 millones de toneladas de productos químicos con una media de casi 2 millones de toneladas por año. Y las perspectivas de futuro auguran un aumento de este tráfico fruto de un trabajo comercial coordinado entre el Port y las empresas concesionarias.

Desde hace unos años, el Port de Tarragona está implementando una estrategia para convertirse en un punto hub para distribución de líquidos a granel en el Mediterráneo. El objetivo del Port de Tarragona es aprovechar las sinergias que se generan con el potente complejo químico y petroquímico de nuestro territorio para convertirnos en un punto de referencia, un nodo logístico donde se concentre la llegada de productos, para ser redistribuidos posteriormente tanto en el hinterland como la propia región oeste del Mediterráneo y, muy pronto, con el resto de Europa a través del Corredor del Mediterráneo.

Las características técnicas de nuestro puerto nos permiten poder ofrecer muy buenas soluciones a nuestros clientes. Tenemos uno de los mayores calados del Mediterráneo, para recibir los barcos más grandes. Disponemos del rack químico Dixquímics, una infraestructura que permite conectar los puntos de atraque, las terminales independientes de almacenamiento y el polígono sur, optimizando las operaciones de la cadena logística y permitiendo realizar operaciones de Berth-to-Berth. Y también, contamos con 2 pantalanes, 7 puntos de atraque en el Moll de la Química y una monoboya exterior para realizar cualquier operación.

La firme apuesta del Port por el sector químico se materializó en 2014, año en que finalizaron las obras de ampliación del Moll de la Química, una inversión de 64 millones de euros y una infraestructura que ha doblado su terreno (de 180.000 m2 a 360.000 m2) y que está permitiendo aumentar la capacidad de almacenamiento de los 800.000 m3 actuales al millón y medio de m3.

Esta apuesta no sería posible sin la complicidad de las empresas que operan en el Port y que han realizado importantes inversiones en los últimos años. En conjunto, las empresas concesionarias han invertido o invertirán más de 33 millones de euros, uniendo sus esfuerzos para conseguir que el Port sea un referente logístico en el sur de Europa.

Euronergo lleva invertidos más de 8 millones de euros en los últimos 5 años y prevé invertir 22 millones más en el próximo quinquenio con la construcción de nuevos brazos de atraque y un nuevo parque de 6 tanques. Tepsa ha invertido unos 2.750.000 euros entre 2015 y 2020, en la automatización de los procesos de carga y descarga de buques y de cisternas, aumentando la seguridad y mejorando la calidad ambiental. Además, este año invertirá 4 millones de euros en la construcción de un parque de almacenamiento y recepción de productos líquidos. Y dedicará otros 2 millones de euros en instalaciones para el almacenamiento de productos con necesidades mantenimiento de temperatura.

Vopak Terquimsa que este año cumple su 50 aniversario, también ha realizado importantes inversiones en el pasado, más de 20 millones de euros entre 2016 y 2019, con dos ampliaciones de almacenamiento de 13.200 m3 y 27.300 m3. E invertirá 14 millones más hasta febrero de 2021, para desarrollar sus instalaciones y aumentar su capacidad de almacenamiento en 17.000 m3 más.

Las grandes oportunidades sólo alcanzan ser una realidad cuando todas la partes implicadas son capaces de trabajar codo con codo y en la misma dirección. La conversión del Port de Tarragona en un hub químico en el Mediterráneo, capaz de competir con los puertos del norte de Europa, ya no es un proyecto, sino que empieza a ser una realidad que en pocos años demostrará su todo potencial como puerta de entrada inteligente a Europa.