El turismo alza la voz: menos restricciones y más vacunaciones

El sector critica con dureza la reiteración de medidas improvisadas que impiden planificar y generan incertidumbre

A pesar de la buena afluencia de turistas en Semana Santa, la Costa Daurada pide más apoyo de la Administración para recuperar pulso. FOTO: XAVI JURIO.
Roberto Villarreal / Tarragona

"Si las Administraciones cotizasen en Bolsa, ya estarían todas en quiebra por la sensación de desbarajuste que están transmitiendo; no se salva ninguna, desde la local hasta la UE". Con estas palabras transmite el portavoz de la Federació Empresarial d'Hosteleria i Turisme de Tarragona (FEHT), Xavier Guardià, la sensación agridulce que les deja el nuevo confinamiento comarcal decretado el viernes pasado después de una buena Semana Santa nutrida del público catalán. "Ha sido como un espejismo en el desierto, y ya se ha evaporado", resume Guardià.

El sector turístico de Tarragona está agotado después de tantos meses de incertidumbre. Tanto la planta de alojamiento como la restauración no pueden ocultar el malestar tras una nueva decepción. La presidenta de la FEHT, Berta Cabré, trata de visualizar este nuevo episodio de improvisación con cierta perspectiva: "Necesitamos previsión para poder planificar la fuerza laboral, las compras, las infraestructuras... no podemos perder de vista nuestro objetivo principal de trabajar todo el verano con todos los mercados; el sector necesita que se abra la movilidad entre Comunidades y también las fronteras, y por ellos pedimos a los Gobiernos que trabajen con urgencia en poner todas las vacunas posibles, que activen el pasaporte sanitario y que establezcan corredores seguros".

Es la misma preocupación que transmite el presidente de la Associació Hotelera de la Província de Tarragona, -con mayor peso entre los hoteles urbanos y hostales familiares de interior-, Magí Mallorquí: «Después del desastre que supone este nuevo confinamiento, que nos coge con las neveras llenas, lo verdaderamente crucial ahora es el éxito de la vacunación masiva, que vacunen, vacunen y vacunen sin más excusas".

Los hoteleros incluso renuncian a las ayudas económicas, que han tenido muy poco calado hasta la fecha, con tal de agilizar el programa de vacunas. "Aunque hay empresarios que lo están pasando mal, preferimos que esos 11.000 millones de euros de los que tanto se habla se utilicen para aumentar el ritmo de la vacunación". "Es necesario que se cree algún mecanismo para determinar que quién se haya vacunado o haya pasado la Covid se pueda desplazar", demanda Francesc Pintado, presidente de la Associació d'Empresaris d'Hostaleria de Tarragona (AEHT). "No nos vale -critica- gobernar desde el sofá, desde la comodidad de no preocuparse por los ingresos y no ser sensible con los ciudadanos".

Alud de cancelaciones

El tejido empresarial esperaba poder mantener la inercia positiva de la Semana Santa al menos durante algunos fines de semana como 'puente' hasta junio. Sin embargo, las restricciones impuestas desde el Procicat han echado por tierra todas las previsiones de trabajar con un cierto nivel de actividad. Ambas agrupaciones hablan de un "alud de cancelaciones" tras el cierre comarcal, que se nota especialmente en zonas muy demandadas en la órbita de Barcelona como Cambrils, el Priorat, la Conca de Barberà o las Terres de l'Ebre.

Después de una excelente ocupación en Semana Santa, que ha rozado el 100% en el área del Delta de l'Ebre, tanto la Associació d'Empreses i Activitats Turístiques del Delta de l'Ebre (AEATDE) como la Associació de Turisme Rural de les Comarques de l'Ebre (ATUREBRE) se muestran "desmoralizadas" tras el nuevo parón. "La Semana Santa ha supuesto un balón de oxígeno, pero estas aperturas intermitentes nos están agotando tanto en el plano económico como en el emocional", coinciden.

El reciente confinamiento también se ha traducido en cierres dentro del subsector del camping, también afectado por las cancelaciones. El presidente de la Associació de Campings de la Costa Daurada y Terres de l'Ebre, Joan Anton, confirma que llegaron a abrir un 80% de los campings de Tarragona y que la ocupación ha sido elevada durante casi dos semanas. Esta idílica situación, por desgracia, ha tocado a su fin antes de lo previsto: "La tónica general es ir analizando la evolución de las restricciones y aguardar hasta finales de mayo, cuando se espera que el mercado nacional y los campistas europeos puedan retornar a nuestro territorio", razonan fuentes de la asociación.

 "Los más grandes no han llegado a abrir en Semana Santa, pero para al resto les ha dado aire y pulmón; el calendario y el buen tiempo, unido a la demanda de espacios naturales al aire libre, han sido factores convergentes en una Pascua fenomenal, que no se veía desde hace años... por desgracia, un alto porcentaje de propietarios que se estaban planteando aguantar hasta junio van a tener que cerrar, porque los costes fijos de mantener abiertas las instalaciones no se compensan sólo con el mercado local de fines de semana", reflexiona Àngels Ferré, presidenta de la Confederación de Campings del Mediterráneo (CCM) en la que están integrados todos los grandes campings desde Girona hasta Alicante, que destaca la dureza de las restricciones en Cataluña, "a diferencia de la Comunidad Valenciana en la que se está protegiendo más al sector turístico".

Esperanza con la temporada alta

"Pese al revés que nos hemos llevado el pasado viernes, que ha escocido mucho porque ya son demasiadas veces que se suman en la incomprensión de un sector que está padeciendo demasiado, somos moderadamente optimistas y creemos que hacia finales de mayo o principios de junio toda la Unión Europea estará en disposición de viajar", vaticina Xavier Guardià desde la FEHT. "Esperemos que la UE se ponga las pilas, porque lo cierto es que nos hemos llevado un chasco: pensábamos que Europa funcionaba bastante mejor, pero son casi peores en la gestión de la crisis".

Las últimas estadísticas abundan en dos factores importantes que invitan a ese optimismo: las ganas de viajar a España de los turistas europeos, y el porcentaje de ahorro, -mucho más elevado que en años anteriores-, que las familias están dispuestas a destinar a sus vacaciones. "La expectativa -subraya Guardià- de que se vayan activando los mercados es muy buena, sólo esperamos que las Administraciones pongan orden en este desastre; todavía no sabemos el porqué de cuestiones como la prohibición de abrir a PortAventura y sí permitírselo a las estaciones de esquí... o los sesudos informes científicos que avalan que el virus sale por la noche, ¿por qué se puede ir a comer y no a cenar? En todo caso, no queremos entrar en más polémicas, sólo nos aferramos a la máxima de 'vacunas = movilidad = negocio', que ha quedado totalmente demostrada".

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