Màrqueting

‘Curro se va al Caribe’, una innovación disruptiva

"La tecnología no debe ser un fin sino un medio para hacer realidad esas oportunidades que la sociedad nos presenta"

Jordi Díaz

Director de programes i relacions internacionals d’EADA Business School

Atrás quedan los años en los que un atrevido empresario salmantino hecho a sí mismo, Juan José Hidalgo, tuvo la idea de llevar a los españoles al Caribe. El proyecto se fraguó en los años 90, impulsado por su agencia Halcón Viajes. Su visión fue democratizar las vacaciones en el Caribe. La ambición de Hidalgo era conseguir que españoles que apenas habían volado, se subiesen a un avión más de diez horas y se plantaran en una virgen Riviera Maya. La idea de "Curro se va al Caribe" se hizo realidad y, con una fuerte inversión en un anuncio de los más recordados de la historia de la publicidad, miles de españoles viajaron al Caribe. El holding empresarial actual,  GLOBALIA, emplea a más de 15.000 personas y es dirigido ahora por sus hijos.

Algunos se preguntarán ¿y esto qué tiene que ver con la innovación disruptiva?; ¿qué tiene que ver "Curro se va al Caribe" con aclamados casos de innovación disruptiva como Spotify o Skype?

Antes de responder recordemos las opciones de innovación disruptiva que la teoría nos propone. Las dos opciones son por un lado la innovación disruptiva de bajo segmento y por otro la innovación disruptiva de nuevo mercado.

La primera se basa en propuestas básicas en segmentos en los que los productos o servicios llegan a dar más de lo que el cliente puede incluso llegar a disfrutar, por ejemplos las aerolíneas de bajo coste eliminando la comida gratuita o la aparición hace ya años de bancos sin oficinas físicas o super-mercados de bajo coste. Estas innovaciones de bajo segmento consiguen centrar su oferta en lo mínimo necesario y pueden así proponer un precio más competitivo.

La segunda de las opciones es la innovación de nuevos mercados, en la que se trata de acceder a mercados a los que históricamente los clientes no accedían bien por precio o bien por no tener la habilidad o capacidad de llegar a esos productos o servicios. Como ejemplo de ello tenemos el caso de Skype y la telefonía por internet (VOIP) que han transformado la telefonía de larga distancia o, si miramos algo más atrás, la aparición de los ordenadores personales y la calculadora de bolsillo.   

En resumen, la primera opción (segmento bajo) se enfoca en "lo mínimo imprescindible" mientras que la segunda (nuevo mercado) consigue "convertir a no clientes en clientes".

La verdadera innovación disruptiva aparece cuando nos enamoramos de los problemas y oportunidades no satisfechas de las personas

¿Se animan ahora a aplicar la teoría de la innovación disruptiva al caso de Curro? La propuesta de Halcón Viajes responde a las dos opciones, bajo segmento y nuevo mercado. Por un lado ofrecía la opción de ir al Caribe a un precio más económico y por otro, y sin duda mucho más destacado, entra de lleno en la segunda opción "conseguir que no clientes se convirtieran en clientes".

La innovación disruptiva no sucede de la noche a la mañana; el señor Hidalgo primero fue emigrante a Suiza y comenzó su imperio con traslados en autobús para los emigrantes de la época, antes de llegar a la idea de "Curro se va al Caribe". El danés Janus Friis y el sueco Niklas Zennström, fundadores de Skype en Estonia, nos ofrecieron unas primeras llamadas de una calidad terrible. Después de 10 años, capitalizaron su idea con la venta a Microsoft y ahora disfrutamos de video llamadas internacionales gratuitas de calidad.

En plena era de la transformación digital, un caso quizá algo más mundano como el de "Curro se va al Caribe" puede ayudarnos a entender que la verdadera innovación disruptiva aparece cuando nos enamoramos de los problemas y oportunidades no satisfechas de las personas y proponemos algo simple, conveniente, personalizado y accesible. Otro aspecto que éste y otros ejemplos nos recuerdan es que la tecnología no debe ser un fin sino un medio para hacer realidad esas oportunidades que la sociedad nos presenta.

Easily said than done! Fácil decirlo, difícil hacerlo.