Management

Abrazar la diversidad o expirar

Salvador Martínez

Consultor en Organització, canvi cultural i RRHH

Sin inclusión de la diversidad no hay futuro para ningún sistema, ya sea biológico, político o social. Dicho en palabras de Mirtha B. Casanovas, "La diversidad es la propia naturaleza de la humanidad y, por lo tanto, es la naturaleza de los escenarios globales y locales de ayer, hoy y mañana". La evolución de la especie humana está íntimamente ligada a la combinación de etnias, culturas, experiencias, ideologías o cosmovisiones. La endogamia, por lo tanto, es sinónimo de marchitamiento, depauperación, extenuación e inanición.

Una de las claves predictoras del futuro de un proyecto empresarial es su capacidad de innovación, pues sin duda este es uno de los factores que puede asegurar la supervivencia de una empresa en un mundo tan competitivo. Richard Foster ya nos descubrió hace unas décadas la tendencia inexorable a la reducción de la pervivencia de las grandes compañías. Una empresa fundada en los años 60 tenía una esperanza de vida de unos 60 años; sin embargo, en nuestros días, esta cifra apenas sobrepasa la década.

El inminente filósofo José Antonio Marina afirma que "Toda persona, institución, empresa o sociedad necesita, para sobrevivir, aprender al menos a la misma velocidad a la que cambia su entorno. Y si quiere progresar, tendrá que hacerlo a más velocidad". La capacidad de aprender y desaprender rápidamente, así pues, se convierte en otro de los secretos para que una organización pueda mantenerse en un mercado agitado e implacable que dicta sentencia a quien se acomoda y se duerme literalmente en los laureles. Si me permiten parafrasear un viejo anuncio, rentabilidades pasadas no aseguran el futuro.

Numerosos estudios de instituciones fiables ponen de relieve la correlación existente entre innovación, capacidad de aprendizaje y diversidad. La Fundación Diversidad, en su estudio "La innodiversidad en el tejido español 2021", concluyó que el 44% de las empresas encuestadas vinculaban su capacidad de innovar con la diversidad dentro de la propia organización. En otras palabras: a mayor inclusión de la diversidad, más innovación. También la consultora McKinsey observó esta relación en su estudio de 2019 sobre diversidad. En concreto, la firma observó que las empresas en el cuartil superior, en cuanto a innovación, tenían un 25 % más de probabilidades de alcanzar una rentabilidad superior a la media que las empresas en el cuarto cuartil, frente al 21 % en 2017 y el 15 % en 2014.

Ahora bien, la diversidad por sí sola no mejora los resultados, ya que es preciso transformarla en inclusión. Al fin y al cabo, la mera existencia de diferencias no genera beneficio, a no ser que se gestione de manera inteligente mediante el principio de igualdad de trato y oportunidades para todas las personas que integran el proyecto empresarial. En definitiva, se trata de visibilizar y contar con la aportación de cada miembro, al tiempo que se evita la exclusión o segregación de los diversos colectivos que interaccionan dentro de la organización.

Es un lugar común que lo que no se mide no se puede mejorar, por lo tanto, también aquí necesitamos métricas e indicadores de control que nos permitan correlacionar acciones inclusivas con otros parámetros importantes de la empresa (innovación, generación de beneficios, satisfacción de clientes, clima laboral, etc.). La inclusión de la diversidad ha de ser un pilar estratégico de la compañía, de manera que requiere un impulso "evangelizador" por parte de la alta dirección y toda la línea de mando. Sin un liderazgo decidido y ejemplar, no podemos esperar grandes resultados, pues es harto conocido que el fracaso de los procesos de cambio cultural está servido cuando el liderazgo no se compromete.

Quizás abrazar la inclusión y la diversidad, entendidas en toda su extensión, nos pueda parecer un esfuerzo titánico e incierto, en ese caso siempre podemos optar por el futuro cierto de la endogamia, que no es otro que el de la desaparición e irrelevancia, tarde o temprano. Con su habitual ironía, el insigne político inglés Winston Churchill proclamó que "La diversidad es la única cosa que tenemos todos en común. Celebrémosla todos los días".