Daniel Calvache Experto inmobiliario. Director de Desarrollo de Negocio (Asset Services) en CBRE

“Nadie compra ya en las tiendas; allí prueban el producto, se toman un café y lo piden por internet”

“Las empresas valoran cada vez más la calidad de vida que tendrán sus empleados a la hora de decidir donde invierten”

CBRE gestiona en Tarragona el centro comercial Parc Central y las naves propiedad de Logicor (Blakstone) y Colonial. En Cataluña, se encarga de exprimir 1,4 millones de metros cuadrados de activos industriales, oficinas, centros comerciales y hoteles. Su misión es ofrecer las mejores soluciones para que empresas y empleados puedan desarrollar su actividad en condiciones óptimas. Un campo en el que se abren oportunidades fuera de las grandes metrópolis como Madrid o Barcelona. Este especialista reveló algunas claves para aprovecharlas en el 'Bon dia' de la Cambra de Tarragona.

Roberto Villareal / Tarragona

¿Barcelona mantiene su estatus como ciudad 'top' dentro de su sector?

CBRE gestiona en todo el mundo dos billones de metros cuadrados y trabaja con 96.000 propietarios. Manejamos encuestas de lo que quieren los arrendatarios, tanto a nivel local como internacional, y sí, Barcelona reúne una gran cantidad de atractivos que le otorgan una posición privilegiada a nivel internacional.

¿Puede aprovecharse ese efecto desde Tarragona?

España en general, y Cataluña en particular resultan muy atractivas y están en el punto de mira de los inversores extranjeros. Las empresas ponen a Barcelona como ejemplo de atractivo para sus empleados... ¿Por qué no aprovecharlo en Tarragona a partir de una buena red de comunicaciones? Hay que dar tiempo al tiempo, pero sí que van a aparecer excelentes oportunidades.

¿Qué buscan las empresas a la hora de implantarse?

Vivimos un extraordinario cambio de paradigma en la experiencia de los trabajadores-usuarios. Se buscan lugares cómodos, en una clara apuesta por el bienestar del empleado, con gimnasio, actividades deportivas, zonas de relax, coworking y ocio... El cambio es abrumador... Hay ejemplos como Wework, una empresa con un crecimiento brutal en los últimos meses, que está montando espacios espectaculares de coworking en centros comerciales. Hemos de mirar las tendencias de lo que se hace fuera para poder reproducirlo. En Barcelona hemos actuado para trasladar esas filosofías, y los propietarios tienen que ponerse las pilas para transformar sus propiedades y atender las nuevas demandas: yoga, afterwork, clases de inglés, música, vestuarios, entrenador personal... La Torre Mapfre, por citar un edificio emblemático, es un festival cada día.

¿No lo ve un poco excesivo?

Es una espiral en la que se busca ya el elemento diferencial, qué puedo ofrecer yo que los demás no. Hemos llegado a ver un túnel de viento para flotar en el aire o un piano de cola en la oficina. En un futuro no muy lejano, la gente colgará también sus recomendaciones de los mejores lugares dónde trabajar; hoy se calcula que el 78% de las personas se fían más de los consejos de otros usuarios y sólo un 14% de los anuncios. ¿Quién escoge hoy en día el lugar de trabajo? Normalmente ya no es el CEO sino el área de Recursos Humanos. Tenemos que estar alerta ante el cambio, formarnos para saber qué pasa, y verlo como una oportunidad.

¿Puede ser fruto de una moda?

No lo creo, vemos noticias sobre motos voladoras en Dubai, coches autónomos que conducen y aparcan solos, el desarrollo de hyperloop en España, el 'boom' de Uber, Seat que entra en el sharing de patinetes eléctricos, el supermercado sin cajeros de Amazon, las entregas con drones, un carril para gente con móvil en Hong Kong, las clases virtuales del IESE con el profesor rodeado de pantallas y alumnos de todo el mundo... Todo ese cambio tecnológico tiene un impacto enorme en nuestro negocio, y lo tendrá más en el futuro, por ejemplo con sistemas de reconocimiento facial que detectarán nuestro grado de felicidad al entrar y salir de la oficina, donde se 'customizará' la experiencia de cada empleado a la carta.

Hoy día todo se quiere convertir en 'experiencial', incluso el trabajo...

Lo que yo le puedo decir es que mantener un liderazgo entraña la obligación, al servicio de nuestros clientes, de estar muy atentos: las grandes tiendas, esas que se ubican siempre en las calles más nobles, son ahora showrooms. La gente no compra allí, sólo ve, toca y se prueba el producto, se toma un café y hace el pedido que le llegará a casa; el último H&M de Barcelona es una cafetería que convierte la compra en una experiencia, igual que Nike en Londres con su tienda virtual, o el Imagin Bank de La Caixa, que es una zona de coworking en la que incluso puedes obtener financiación para tus necesidades de negocio.

¿Qué otras tendencias detectan?

Flexibilidad. Las empresas de hoy, sometidas a una velocidad de vértigo, no saben si van a necesitar más o menos espacio, o si el contrato será más corto de lo previsto. En general se huye de los contratos largos, que atan demasiado. Y también espacios abiertos, nada de cubículos.

¿Y la ubicación?

Es importante, pero ya no un vector tan determinante porque la tecnología ofrece soluciones de conectividad impensables hace unos años. Y también influye en la necesidad de menos metros cuadrados, probablemente van a necesitar 1.000 en vez de 5.000 porque tienen gente trabajando desde casa.

La híperconexión les afecta a ustedes desde ángulos de lo más diverso.

Mire, las generaciones 'Z' e 'Y' creen que el correo electrónico ya forma parte del pasado. El 76% compra por internet y sólo el 24% en tiendas. El 40% de la compra por internet se devuelve, y eso tiene un efecto en nuestro sector, porque incluso está llevando a repatriar mucha producción. Hay que producir más cerca y disponer de superficies logísticas más próximas para poder soportar los procesos de ida y vuelta en unos tiempos aceptables.

¿Hasta qué punto es profunda esta transformación?

Hace unos años bastaba con hacerlo 'suficientemente bien', pero hoy nos llevaría a la desaparición. La disrupción requiere adaptación inmediata, pues la velocidad de la transformación es impresionante. Se calcula que en 10 años el 40% del Fortune 500 desaparecerá de la lista. En 2006, cuando entra Microsoft, las grandes eran General Motors, Ford, Exxon, General Electric... Hoy no queda ni una y han sido desplazadas por Apple, Alphabet (Google), Microsoft o Amazon. ¿Qué fue de la Enciclopedia Británica? Bill Gates les propuso digitalizarla y se negaron. ¿Y las máquinas de escribir eléctricas Smith Corona? ¿Y Kodak? ¿Y Blackberry? Yo solo veo dos opciones, taparte los ojos o espabilar. 

Revolución en la oficina

CBRE, con sede central en Los Ángeles, es la compañía de consultoría y servicios inmobiliarios líder a nivel internacional con 80.000 empleados en 450 oficinas -sin contar afiliadas- de 111 países. Lleva en España desde 1973 y está reconocida a nivel global como la multinacional más prestigiosa en Real Estate. Daniel Calvache es abogado, máster en Derecho Inmobiliario y PMD (Programme for Management Development) por ESADE. Se incorporó a CBRE en 2007 y comenzó a especializarse en la gestión y transformación de edificios de oficinas; en 2013 se convirtió en director del equipo de gestión de propiedades en Barcelona, y un año después creó el equipo de Desarrollo de Negocio dentro de la línea de Asset Services: su especialidad es la transformación de edificios de oficinas con el reto de crear productos únicos para el usuario. A día de hoy continúa liderando ambas áreas como responsable de 28 personas.