Formació

Formación a medida

Alba Campos

Directora General de Techma Business School

Reivindicar la importancia de la formación en una publicación económica puede sonar a demasiado obvio como para merecer un artículo. Pero acepto el reto porque, en el ámbito de la formación enfocada a las empresas, como en tantos otros, el diablo está en los detalles. La formación que necesitan las empresas y los profesionales puede ser general, claro que sí, pero la que realmente marca la diferencia es la que se diseña a medida de sus necesidades y del momento por el que pasamos. Y esto último significa tendencias, pero también coyuntura.

En las empresas sabemos que en tiempos de incertidumbre hay que afinar más que nunca. Poner recursos, energías y tiempo allí donde esta inversión va a obtener un retorno claro. Porque cuando falta un poco de viento de popa la cuenta de resultados aprieta y ser competitivo es cuestión de supervivencia. Por eso, desde Techma Business School, como actores clave en el tablero formativo de la provincia de Tarragona, nos enfocamos más que nunca a este propósito: dar a las empresas lo que necesitan, a medida de sus necesidades específicas y de las que marca la coyuntura.

Un enfoque que se concreta tanto en programas en nuestras aulas como, muy especialmente, en los que materializamos in company, en las instalaciones de la empresa. Un formato en el que la filosofía a medida llega a su máxima expresión, porque permite ajustar los contenidos a los perfiles, estrategias y operaciones de cada empresa.

Enfocada de esta manera, la formación mejora de manera inmediata y tangible la productividad y el rendimiento. Tanto desde el punto de vista técnico como en el de las denominadas soft skills. Competencias como la capacidad de trabajo en equipo, comunicarse de manera efectiva o resolver conflictos, entre otras, son esenciales en un entorno complejo como el actual. Y son habilidades que hay que trabajar, que se pueden aprender y desarrollar.

En definitiva, los beneficios de la formación son muy evidentes. El primero, la competitividad de las empresas, en un entorno cambiante y muy exigente. A nivel individual, la formación provoca motivación, confianza, mejora de las condiciones de trabajo... Hagamos, pues, un plan a medida y ejecutémoslo.