BASF impulsa las inversiones y la digitalización

Tarragona recibirà la mitad de recursos del plan de inversiones más ambicioso de los últimos 10 años y será el primer parque químico de España en disponer de una red 5G

El 'site' de BASF en La Canonja.
Redacció / Tarragona

Las ventas de BASF en España cayeron un 15% en 2020 por efecto de la pandemia, una conyuntura a la que la multinacional alemana responde con un plan de inversiones de 60 millones de euros, el más importante de la última década. La mitad de estos recursos se focalizará en el site de La Canonja, que se converitirá en el primer parque industrial químico de España en disponer de una red privada de tecnología 5G.

El director del Centro de Producción de BASF en Tarragona, Benjamin Hepfer, describe la llegada del 5G como "un salto cuántico que nos abre las puertas de otras tecnologías como el BigData, el Machine Learning o la realidad aumentada en la gestión de nuestras plantas, lo que va a suponer un paso adelante en ámbitos como la seguridad, la sostenibilidad y la producción en general".

Benjamin Hepfer, Director BASF en Tarragona: "El 5G es un salto cuántico que nos abrirá muchas puertas"

La apuesta por el 5G en Tarragona conecta con la creación en Madrid del centro global de Transformación Digital, dos apuestas que "refuerzan la posición estratégica de España dentro de nuestra cmpañía, ya que nos permite lideral la digitalización de BASF a nivel global". Hepfer considera que este hecho confirma "el potencial del talento local".

Impacto desigual

La pandemia ha afectado de manera desigual a los sectores en los que BASF vende sus productos. Minetras que la automoción -que ya estaba immersa en una profunda transformación- han sufrido los efectos de la crisis de manera muy notable, otros sectores, como el del cuidado personal y del hogar, los desinfecaantes o el de la alimentación han mantenido sus cifras de los años precedentes o, incluso, las han aumentado.

Hepfer considera el sector del automóbil como "muy importante, porque aportamos productos como pinturas, plásticos técnicos, aditivos, etc... a diferentes procesos productivos". Hepfer explica que durante la pandemia BASF ha adaptado su producción para abastecer la demana de productos relacionados con la alimentación o la desinfección, como el gel hidroalcohólico, que se empezó a fábricar en los centros de BASF para donarlo a la sanidad pública.

A nivel de organización interna, BASF incrementó el teletrabajo (modalidad que ya existía en la empresa) para reducir el riesgo de contagios. Otra de las apuestas fue una línea de atención psicológica anónima que funciona los 24 horas los 7 días de la semana para cuidar la salud mental de sus trabajadores y sus familias. Una adaptación a las circunstancias que BASF también ha proyectado hacia sus clientes para "facilitar su actividad en un momento complicado como el que estamos pasando".