Desafíos y oportunidades en la Industria Química de Tarragona

Benjamin Hepfer - Director del Centro de Producción de BASF en Tarragona

El sector químico en Tarragona, y en particular BASF, se encuentra en una encrucijada crítica. Enfrentamos desafíos sin precedentes que requieren una respuesta audaz y decidida. Este es un llamado a la acción para todos los actores involucrados: es hora de reinventar nuestra industria y volver a reconocer su valor que tiene para nuestro futuro sostenible y próspero de la sociedad.

Uno de los principales desafíos que enfrentamos es el elevado coste de la energía. Este factor no solo incrementa los costos operativos, sino que también afecta nuestra competitividad en el mercado global. La energía es un recurso esencial para nuestras operaciones, y su alto precio nos obliga a buscar soluciones innovadoras para optimizar su uso y reducir su impacto económico. En BASF, estamos invirtiendo en tecnologías de eficiencia energética y en la reducción de emisiones para mitigar estos costos y avanzar hacia un modelo más sostenible.

Además, el exceso de regulaciones a nivel europeo, nacional y autónomo, en conjunto con la lentitud administrativa para obtener permisos y autorizaciones representan un obstáculo significativo para el desarrollo de nuevos proyectos y la implementación de mejoras en nuestras instalaciones. La burocracia, exigencias regulatorias excesivas que en otras regiones del mundo no existen en esta intensidad y complejidad, y los largos tiempos de espera no solo retrasan nuestras iniciativas, sino que también desincentivan la inversión en la región en sí. Es crucial que la política y las autoridades trabajen en la simplificación y agilización de estos regulaciones y procesos para fomentar un entorno más favorable para la industria química.

La estabilidad de la red y la fiabilidad del suministro son preocupaciones constantes para nuestras empresas y plantas, que precisan de un suministro de energía estable en cada milisegundo del año para funcionar. No podemos permitir que la deficiente imagen del país en términos de fiabilidad, complejidad y lentitud continúe afectando nuestra capacidad para atraer inversiones. La seguridad del suministro de energía debe estar garantizada para evitar pérdidas millonarias y para generar nuevamente confianza en nuestra capacidad y competitividad para poder seguir produciendo, y para facilitar las inversiones necesarias para las modernizaciones continuas en nuestras instalaciones en la zona, y así garantizando el futuro. Es urgente actuar y convencer al respecto.

En BASF, estamos comprometidos con la innovación y la sostenibilidad como pilares fundamentales de nuestra estrategia. Debemos continuar reduciendo los residuos y las emisiones, y reutilizar y reciclar materiales de manera eficiente. Hemos implementado diversas iniciativas para fomentar la economía circular, como la optimización de procesos de producción y la inversión en tecnologías de reciclaje avanzado. Estas acciones no solo contribuyen al ambiente, sino que también generan valor económico al reducir costos y abrir nuevas oportunidades de negocio.

La digitalización es otro aspecto crucial en la transformación del sector químico. La implementación de tecnologías digitales nos permite mejorar la eficiencia operativa, optimizar el uso de recursos y aumentar la seguridad en nuestras plantas. En BASF, estamos adoptando soluciones digitales avanzadas, como la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas, para monitorear y controlar y optimizar nuestros procesos en tiempo real. Estas tecnologías nos ayudan a anticipar y resolver problemas antes de que se conviertan en incidentes, mejorando así la seguridad y la productividad.

Sin embargo, no podemos hacerlo solos. La colaboración con otros actores del sector y con la comunidad local es fundamental. En BASF, creemos firmemente en la importancia de trabajar en conjunto con otras empresas, instituciones y organizaciones para impulsar la innovación y el desarrollo competitivo a nivel global.

Es imperativo que se reconoce de que la industria química en Tarragona se ve cada vez más amenazada por la competición directa con fábricas y empresas en todas las partes del mundo, incluso Asia y Medio Oriente, que producen en condiciones más favorables al respecto de nivel de burocracia, coste de energía y materia prima, y que pueden contar con un apoyo político y administrativo fuerte. No podemos esperar y dejar el campo a estos competidores, que ganen cada vez más cuota de mercado. Debemos ser proactivos y asumir la responsabilidad de transformar nuestra industria- con el compromiso firme de parte de la industria química y sus colaboradores, pero también con lo de la sociedad, política y administración.